El técnico asturiano, que se prodiga en las críticas a los árbitros como indica la hemeroteca, y en su poca simpatía con el Athletic, explicó después del empate (1-1) de su equipo con el Betis, que "no vamos a quejarnos, hasta que un día también nos quejemos nosotros, el penalti no sé si ha sido o no, me comentan que no, pero la expulsión tampoco ha sido". A renglón seguido, lanzó la cuña: "El entrenador del Betis se tiene que quejar por el partido del Athletic", en referencia al benévolo arbitraje de Gil Manzano.
Curiosamente, en la matinal castellonenses hubo un penalti sobre Uche que no fue, y que convirtió Bruno Soriano, beneficiando al Villarreal. Igualó Rubén Castro de cabeza, aunque el Betis sigue siendo colista en la tabla, y se produjo una mano que no pitó el colegiado, a favor de los verdiblancos.
Por su parte, el entrenador del Betis, Gabriel Calderón, se mostró enfadado con la actuación del colegiado, Iglesias Villanueva, a pesar del empate cosechado por su equipo en Villarreal. El argentino, harto, relata que "en el vestuario hay impotencia porque las injusticias se repiten. A ver si nos dejan ganar algún partido en el campo".