El grueso del plantel se afanó en contentar a Ernesto Valverde y Pozanco, que seguía atentamente a sus jugadores. El ariete del Bilbao Athletic Guillermo Fernández, que jugó unos minutos ante el Granada y todo el partido ante el Getafe B el domingo con el filial, se retiró antes y apenas trabajó 40 minutos en el exterior. Por su parte, Aduriz, Balenziaga e Iraola se retiraron al interior del gimnasio al cabo de una hora. Tras el trabajo físico, el resto de los jugadores se dedicaron a acometer unos ejercicios de posesión ya con el balón como protagonista.