Los comunes apellidos del trencilla ponferradino no son lo único que pasa inadvertido dentro del colectivo de colegiados de la Liga. Su forma de llevar los partidos le señala como uno de los más discretos. Es serio y firme a la hora de manejar los partidos y su papel suele quedar en un segundo plano, dejando los focos a los verdaderos protagonistas: los futbolistas. El único 'pero' que le ponen los expertos es un cierto abuso de las amarillas para marcar los límites y evitar líos posteriores.
La relación de partidos del Athletic con este árbitro habla por sí misma. El balance en Liga es de dos victorias, dos empates y dos derrotas. Máximo equilibrio. En Copa les ha dirigido en tres ocasiones, con pleno de triunfos rojiblancos. Pero la nota predominante es la ausencia de polémicas creadas por el trencilla.
Cabe comentar, a modo de detalle, que todavía no ha pitado a los leones en la presente temporada. El último precedente es la derrota del pasado curso ante el Málaga en La Rosaleda (1-0), disputado el 16 de febrero de 2013.