Ganar supondría ampliar la renta sobre el Villarreal a diez puntos, reduciendo mucho las posibilidades de Champions de los amarillos. Pero el de Laguardia no se fía. Por mucho que algunos le hayan empezado a descartar tras sumar uno de los últimos seis puntos en juego.
"Es muy complicado mantener siempre una reguaridad. A nosotros también nos pasó hace unas jornadas, que tuvimos una minicrisis. Todos los equipos tienen que pinchar de vez en cuando, pero el Villarreal es un equipo muy fuerte, sobre todo ofensivamente, y hay que respetarle muchísimo, especialmente en su casa", advierte.
Tiene muy claro que para terminar cuartos "hay que seguir igual que hasta ahora, en cada partido nos va la vida, quedan once finales y hay que ir una a una". Para nada da por conseguida la Champions. "Si ganan un partido y nosotros pinchamos se ponen cerca otra vez. Es cierto que tenemos siete puntos, pero quedan once partidos y puede pasar cualquier cosa", opina.
En el plano personal, De Marcos podría repetir en el lateral derecho titular en lugar de Iraola. "La competencia con Andoni es muy dura, peleamos los dos y el míster decide a quién poner", resuelve.