Tras un impresionante minuto de silencio a piano en memoria de Iñaki Azkuna digno de la congoja general, le costó al equipo rojiblanco soltarse la melena ante un Getafe muy presionante y que acumulaba un buen número de peones en el centro del campo. Especialmente sobre Iturraspe y Herrera. Prometía la noche tener que destilar una buena dosis de paciencia a la espera de encontrar un hueco oportuno que se hizo de rogar. Hasta el graderío estaba más larri de lo que suele ser
Rico en su partido centenario, de disparo lejano, y Susaeta en una contra dejaron ver los primeros espasmos ofensivos de unos leones que tipi tapa fueron logrando hacerse con la posesión de la pelota hasta llegar a unos extremos abrumadores. De casi el 90% en algunos momentos. Como el referendum de Crimea, vamos.
Los madrileños no escondían que sus bazas pasaban por las contras, todas por la espalda de Iraola, y por la estrategia de Pedro León, siendo el brasileiro Sammir su punta de lanza mientras sus compañeros se agazapaban sin ambages tratando de cerrar pasillos en torno a su área grande. Era en esa playa donde las embestidas vizcaínas solían morir tras una amplia ración de toques.
No es que el partido fuera feo, pero palpamos una sensación como si la humedad ambiental hubiera bufado la chispa del equipo de Valverde. Faltaba un punto de velocidad para echar abajo la sillería y la argamasa que había dispuesto el técnico rumano de los madrileños. Tanto es así que sin que fuera como para asustarse se puede decir que en la primera media hora fue Sammir el que más cerca estuvo de hacer peligro real. Bueno, él y Ciprian si llega a picar Teixeira con un piscinazo de espanto tipo Falete que le costó la amarilla.
Cara y cruz: gol y lesión
Hacía falta un shock para cambiar el cadencioso tran-tran de la primera parte y afortunadamente este llegaba en el minuto 40 en una jugada de estrategia que Susaeta machacó con un disparo maravilloso desde fuera del área que se convertía en su quinto gol del curso. Fue marcar y vivirse los mejores momentos del periodo con un incisivo Guillermo y con el propio Susaeta en una versión muy mejorada respecto a las últimas semanas. Si hasta intentó clavársela a Codina desde 40 metros o más tarde un gol olímpico de córner.
Esa diana permitió irse al descanso en ventaja, que no era poco visto lo visto, pero a su vez con la pésima noticia de la lesión en la rodilla de Carlos Gurpegui, que tuvo que abandonar el partido sumándose para la segunda mitad a las bajas previas de Aduriz, Kike Sola e Ibai.
De cualquier manera abrir el marcador le dio otro brío al Athletic que se vino arriba en la reanudación con bastante más intensidad y poderío. Guillermo iba a conseguir marcar incluso, pero su posición en el momento del pase de Muniain era antirreglamentaria y tuvo que quedarse con las ganas de celebrar su segundo gol como león. Le falta estrenarse en casa aún al chaval de Arrigorriaga que fundido y tras un aceptable trabajo dejaba su sitio a Toquero a los 62 minutos.
Conducidos por Muniain, un exquisito Herrera, o contando con la solidez de un entonadísimo Balenziaga los rojiblancos buscaban dar carpetazo a la 29ª jornada. Al no poder hacerlo la propia estrechez del resultado trajo consigo un paso adelante de los de Contra que con unos rápidos tres cambios se fueron hacia arriba con más voluntad que acierto. Son 13 partidos consecutivos sin ganar y la verdad es que los de Angel Torres no parecen andar sobrados de convicción. Ciprian tuvo la mejor pero Iraizoz, escasamente exigido hoy, estuvo perfecto en su sitio.
Tampoco tiene suerte ante puerta Toquero, el lehendakari tuvo un par de ocasiones pero sigue gafado con sus casi dos años ya sin poder festejar un golito en competición liguera. En resumen, que tocaba sufrir en la recta final porque el Getafe ya tiene en su histórico algún buen disgusto dado en Bilbao cuando menos se esperaba o incluso merecía. Felizmente no fue el caso y el equipo del Txingurri Valverde pudo hacerse con los puntos y rendir homenaje al alcalde más querido, Iñaki Azkuna, que seguro que soñaba con que su botxo escuche en otoño el himno de la Champions. Camino se lleva de ello, alkate. Veremos si este martes en el Martínez Valero de Elche se pone un nuevo peldaño. Como cantaba Led Zeppelin, 'Stairway to heaven'.