El pasado martes, sobre el césped del Martínez Valero, fue el mediocentro portugalujo el que saltó unos minutos para dar pausa a la medular, precisamente ante Herrera, contribuyendo al empate sin goles ante el Elche. Beñat se tuvo que conformar con sentarse de nuevo en el banquillo, igual que ante el Valencia. Curiosamente, frente al Villarreal rindió con destreza en los compases finales, moviendo el balón con destreza buscando los ángulos de El Madrigal.
Lo cierto es que Valverde reclama una intensidad que hasta ahora sólo le proporcionan en la zona ancha sus tres elegidos. La casi segura ausencia de Herrera ante un rival tan exigente como el equipo de Simeone, habilita una plaza muy golosa. Beñat y Morán disponen de apenas dos entrenamientos para despejar la incógnita que aún medita el técnico de Viandar de la Vera. Amos están ávidos de minutaje, calidad les sobra.