El Real Oviedo, que ahora lucha por entrar en el playoff de ascenso a Segunda, UD Logroñés, y el que va a ser el nuevo presidente del Portugalete en junio, Edu Ribacoba, han tentado a Carlos Pouso para que se incline a ser su entrenador. El técnico radicado en Sopela maneja una oferta de otro Segunda B de tronío, pero espera acontecimientos.
Pouso, ya recuperado de su operación de rodilla, elabora informes sobre jugadores desde hace tiempo para aprovechar este manantial de información en su nuevo destino. Aunque prefiere esperar a que se despeje las clasificaciones de los distintos equipos, que colocará a cada uno en su sitio; el ex entrenador de Sestao River, Guijuelo, Eibar y Mirandés es un hombre cotizado. El Real Oviedo le sondeó cuando relevó su banquillo hace un par de meses, lo mismo que el UD Logroñés, aunque en ambos casos a Pouso no le sedujeron sus propuestas económicas y prefirió esperar. De hecho, el equipo carbayón se decantó finalmente por un técnico de las categorías inferiores.
Su idea es pilotar un equipo desde la pretemporada y confeccionarlo a su estilo. El grupo que gobernará el nuevo proyecto del Portu también le ha testado, pero no bajaría en ningún caso a entrenar en Tercera. De hecho, Axier Intxaurraga podría dirigir al equipo jarrilero. El sitio de Pouso, después de despuntar en Segunda en Miranda y de manera asombrosa no ser renovado, se ubica en un club de categoría de bronce con aspiraciones de ascenso para impulsarse de nuevo a nivel profesional, a no ser que un Segunda reclame sus servicios. Sabadell y Alcorcón le tuvieron en sus quinielas.