Dos malos minutos convierten el Athletic-Sevilla en una bomba (2-1)

Asís Martín IIINunca es fácil visitar el Nou Camp pese a que el Barça esté hecho unos zorros y con bajas, pero este domingo queda la sensación de que el Athletic tuvo una buena oportunidad de liarla. El partido fue un show ofensivo, hubo muchas oportunidades pero solo entraron tres. En dos minutos del segundo periodo los culés remontaron el gol inicial de Aduriz y dejaron al Sevilla, próximo visitante en Bilbao, a tres puntos de los rojiblancos. Vaya bomba no espera.

El triunfo de la Real y, sobre todo, el 4-0 previo de los de Emery le ponían salsa extra a una visita a la guarida blaugrana que ya per se suele ser un marrón. Y los vascos fueron valientes, tal vez en exceso, por lo que acabaron viviendo del acierto de Iraizoz (salvo en el 2-1) y del decimosexto gol de Aritz. Hubo también un tanto anulado a Susaeta que es discutible, pero también es cierto que los de Martino, a los que solo les quedaba la bala de la Liga, hicieron muchísimas ocasiones claras. 
Valverde introdujo una novedad, a De Marcos en el lateral derecho, ya que dio la confirmación en su once a Erik Morán tras su gran partido ante el Málaga, y optó por dejar a Mikel Rico en el banquillo para no forzarle de inicio. La cita con el Sevilla marca la hoja de ruta bilbaína sin duda, y tras esta derrota aún más. Mientras que por el lado culé Martino, pese a la que le vino encima tras caer en dos competiciones en una semana, sin muchas de sus grandes nombres recurría a Alexis y a Pedro sentando a Cesc Fabregas. 

No las tenían consigo los aficionados zurigorris en los previos del partido. Y hacían bien. Se tiene mucho respeto al equipo de la Masía aunque falten Neymar, Piqué, Puyol, Alba, Busquets o Víctor Valdés. Tal vez los leones salieron con excesivo valor al ruedo, asumiendo muchos riesgos, con la línea de presión adelantadísima buscando acogotar la salida de balón blaugrana, y dejando marcas casi individuales sobre Xavi e Iniesta.
El trabajo funcionaría tan solo un rato. Fue Iraizoz el que salvó los muebles con una gran actuación, aunque es cierto que el Athletic también tuvo sus ocasiones. El centro del campo al principio del choque estaba muy abierto y por ahí logró filtrar Herrera un buen balón para Aduriz que probaba a Pinto a los 8 minutos con el primer disparo del encuentro. El problema es que la vocación ofensiva rojiblanca trajo su peligro añadido y ahí el equipo se diluyó en apenas minutos pasándolas canutas atrás.
La velocidad de Pedro y Alexis o las incorporaciones de Adriano era un problema con tanto espacio, y de hecho el canario no supo fusilar a Iraizoz en el 12' tras un buen toque de Messi. También el argentino, renacido de las críticas, dejó su aviso con un gol anulado por fuera de juego, o Balenziaga tuvo que salvar otro tanto de Adriano bajo palos dando a entender que la euforia rojiblanca se había cercenado en apenas diez minutos.
Los catalanes llegaban en tromba frente a un Athletic desbordado que sin embargo en un relax local iba a dejar la mejor jugada del primer periodo. Una chilena cinematográfica de Aduriz se iba al palo y posteriormente Pinto salvaba el rechace de Susaeta. Una pena porque se frustraba uno de los goles de la temporada en Europa.
Y cuando aún se comentaba la chilena del donostiarra, digna de Pelé en 'Evasión o Victoria', era Alexis quien pegaba un larguero a pase de Pedro. Su fallo sí que fue de video de primera. Fue un regalo su error, pero allí no había paz alguna para los de Valverde y poco después Gorka soltaba un par de paradones ante Pedro y el punta chileno con sus compañeros superados.
Las defensas estaban quedando retratadas con demasiados remates concedidos, siendo casi milagroso que el marcador estuviera a cero tras un primer tiempo de pim pam pum, sobre todo en el área bilbaína.
El Athletic resucita y se viene arriba
Se había sufrido horrores, pero en semana santa la pasión tiene premio. Este iba a llegar a poco de comenzar la reanudación con un balón largo de Iraizoz bien peleado por arriba que Aduriz convertía por bajo en el 0-1 que hizo surgir pañuelos. Una diana que dejó tocado al Barça que hasta encajaba otro tanto de Susaeta que fue anulado por un fuera de juego bastante discutible.
El choque se ponía al rojo vivo con los de Martino perdiendo en casa tras acumular tres derrotas consecutivas, y ante su arreón desesperado hubo que volver a tirar del acierto de un Iraizoz pletórico. Quedaba mucho tiempo por delante y los corazones estaban echando humo ante el paso adelante dado por Messi, increíblemente discutido en Barcelona, al que la puntería abandonó en el 60' solo ante el meta navarro.
Aduriz, en pleno récord anotador, tuvo otro latigazo que rozó el larguero antes de ver como el Txingurri metía en el campo a Mikel Rico para sujetar la enormidad de metros que había que cubrir cuando el Barça estira el terreno de juego. Los minutos se hacían eternos y alguno hasta tiró de rezos cuando Gorka se llevó un fuerte golpe en la rodilla en una salida.
El de Ansoain pudo seguir para alivio general mientras los locales redoblaban su ataque con la salida de Cesc. Les iba a funcionar porque en dos minutos se iba a fugar la victoria de los sueños bilbaínos. Primero Pedro lograba el empate tras sorprender a De Marcos por su espalda y luego de la misma Messi marcaba de falta directa con cierta colaboración de Gorka, que no tapó el palo largo en demasía para lo que ya le tapaba el otro su barrera. Un disgusto tremendo porque la victoria era media Champions. 
Con Beñat y Toquero sobre el césped se hizo el asalto final al marco de Pinto, pero no cuajó. Al revés, Mascherano estuvo en un tris de hacer un roto tras un fallo de San José, u Oscar De Marcos tuvo que sacar bajo palos una larga carrera de Tello. Había jugado bien el Athletic pero no había tenido recompensa pese a una última ocasión magnífica de Rico que acabó en el estómago de Mascherano.
Cayó el equipo rojiblanco y ahora sí que le llega la hora de la verdad. Este próximo domingo 27 San Mamés acoge una de sus finales del curso en el duelo a muerte entre el Athletic y el Sevilla que a buen seguro va a vivir un ambiente acorde con la importancia del partido. Lo merece.