Solo falta que el brasileño y el que será su nuevo equipo fijen un salario que satisfaga al jugador y que este supere el reconocimiento médico para el que el defensa, de 27 años, se incorpore a la disciplina del PSG. Ya no necesitan al rojiblanco.
La operación, eso sí, limita las opciones de un Barça que también busca un central de garantías para reforzar su zaga, muy cuestionada en una temporada que ha cerrado en blanco a nivel de títulos por primera vez en muchos años. David Luiz era uno de sus candidatos. Laporte también está en la lista. Pero en Can Barça ya lo saben. Si quieren al central de Agen deberán depositar íntegramente en la LFP los 36 millones de su cláusula de rescisión.