Un deseo legítimo, que parece muy complicado porque Valverde maneja varias alternativas en su puesto. En el lateral derecho, Iraola, De Marcos y la irrupción de Bustinza, y de central cuenta con hasta seis efectivos, por lo que las posibilidades de Ramalho son muy remotas. El zaguero de Lamiako, además, acaba contrato en junio de 2015, por lo que en verano se debe clarificar su futuro. “Nunca había estado fuera de casa y al principio no te haces a la idea de cómo vas a estar en otro sitio que no sea tu casa, con tu gente y tu familia. Pero en este equipo me adapté bien, me ayudaron mucho”, comentó sobre su cesión en una entrevista a la web de la lfp. Desde la Costa Brava ha seguido la trayectoria impoluta del Athletic: “Han hecho un año increíble, fantástico. Desde Girona he visto todos los partidos salvo en los que coincidía que jugaba yo también”. Ahora le restan dos choques con el equipo catalán: “La fe nunca la perdemos. Hasta el último minuto vamos a tener la esperanza y a darlo todo en el campo. Poder volver a Bilbao con la salvación conseguida sería lo mejor para mí y para todos”.