"Hace poco salió algún reportaje, que Rubén Castro fue pichichi de Segunda y al final Las Palmas bajó. Por suerte este año he tenido mucho gol, cada vez que tiraba el balón iba dentro. Eso son rachas de los delanteros, también he tenido negativas en las que la portería se veía muy pequeñita, pero con el trabajo de todos hemos podido cumplir el objetivo", celebra en declaraciones al programa 'Al Primer Toque' de Onda Cero.
El próximo paso es desvelar su futuro a corto plazo. Athletic, equipo que jugará Champions la próxima campaña, y Real Sociedad, en cuyas categorías inferiores se formó, son sus mayores pretendientes. Pero sigue sin soltar prenda. "Por la calle, cuando voy a pasear por el centro de Vitoria ahora que está haciendo buen tiempo, la gente me pregunta. Que si voy allí o allá... Aún no tengo nada cerrado, nada hecho con nadie, por ahora sigo siendo jugador del Deportivo Alavés y a ver lo que pasa estos días", emplaza.
En este dulce momento a nivel personal, se acuerda de aquellos que no lo fueron tanto. Sobre todo, aquellas lesiones que le lastraron durante su etapa en la Real Sociedad. Subraya que "he trabajado muy duro" para volver a la elite y le viene a la memoria sobre todo "un verano entero en Zubieta cuando no iba nadie, estaba todo en obras y me cambiaba en una garita donde se cambian los obreros, allí solo". "Siempre te ves volviendo a estar a gusto, con confianza, volviendo a sentirte futbolista, y esa oportunidad me la dieron el año pasado en el Alavés y este año también. Las he aprovechado lo mejor que he podido. Ahora, a intentar descansar y desconectar un poco, porque ha sido una temporada muy larga y difícil y lo que tenga que venir vendrá. Tengo la conciencia tranquila", concluye.