En este momento se centra en "intentar estar cada día mejor, más a gusto, más cómodo y con más confianza, para cuando vengan los partidos intentar aprovechar las oportunidades que el míster me dé. Si es con goles, mucho mejor". En apenas un año, ha pasado de Segunda B a Primera División. Y nada menos que a un equipo de Champions. ¿Cuáles son las diferencias que ha empezado a notar en los entrenamientos? "Sobre todo el ritmo y la intensidad. El balón va mucho más rápido, la intensidad de los entrenamientos... Cualquier control que se te vaya un pco largo sabes que habrá uno para robártela. Esto es Primera División, hay jugadores de mucha calidad y no les hace falta ni mirar, ya saben que va a haber alguien y la ponen donde quieren", responde. El delantero no está acostumbrado a jugar dos partidos a la semana, pero está deseando empezar. "Aquí, con todos los medios que tenemos detrás para habituarnos a jugar a ese nivel, supongo que me meteré rápido en esa rueda, que vaya bien y ojalá podamos jugar miércoles-domingo durante mucho tiempo", expresa.