No deja de ser una formalidad, pero lo cierto es que recogen un montón de avisos algunos de ellos de lo más chirenes, como la prohibición de estar en el Borisov Arena "en estado de intoxicación", o la de traer "al territorio todo tipo de armas, explosivos y municiones, sus imitaciones y maniquíes, fuegos artificiales, etc...". No suena mal lo de prohíbido "hacer propaganda y agitación de odio social, racial, nacional o religioso; así como gritar insultos, mostrar gestos ofensivos, así como amenazas e intimidaciones a otros espectadores, participantes del partido". Estaría bien que eso pasara en tantos campos de la LIga española donde a Carlos Gurpegui no le dejan vivir desde hace años.
Por último se recuerda que "en la entrada (puestos de control) del Borisov Arena todos los aficionados y sus pertenencias personales serán inspeccionadas personalmente". Avisado queda.