El el seno de la plantilla existen algunas dudas sobre la presión adelantada en el esquema habitual del equipo, muy exigente con el equipo castigado. Mikel Rico opina que: “una presión alta durante 90 minuto jugando cada tres días es difícil aguantarlo, estamos valorando poder cambiar el estilo en determinados momentos o partidos”, se sincera.
El centrocampista de Arrigorriaga añade para tranquilizar al entorno que “han sido tres semanas sin resultados, pero no nos podemos volver locos, tenemos que arrancar de cero después de estas dos semanas”. Rico sufre una pequeña carga en el bíceps femoral que por precaución se entrenó al final aparte con Aduriz: “7 partidos en 21 días algo se tiene que notar, pero no ha sido una causa física”, completa sobre los males que acechan al Athletic. El equipo cierra filas, hay solidaridad y compañerismo: “El vestuario está bien, junto, unido, confiamos en sacar esto adelante”. Las reuniones y charlas se han incrementado en las últimas fechas: “Siempre que no consigues resultados analizas los errores y también cuando ganas y en ello estamos”. Rico sostiene que no se trata de “un problema específico”, que hay cosas que siguen interpretando con corrección, pero que ahora ansían “recuperar la buena sintomatología de lo que hacíamos bien”. El ex volante del Granada reconoce que preocupa la escasez de ocasiones, un extremo que les descoloca acostumbrados a facturarlas con profusión: “Preocupa que el año pasado y hace un mes generabas ocasiones muy fácil, que no nos costaba y ahora sí, sobre todo en esa última acción”. El Celta les espera para sacudirles de esta encrucijada: “No pensamos en un traspiés, estamos centrados en sacarlo adelante”, restando importancia en que el algunos partidos les superan en kilómetros recorridos: “El año pasado éramos quizás más verticales y ahora tenemos más el balón. El equipo va igual y corre igual”, insiste.