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Almería
0-1
Athletic

Etxeita, providencial, receta al Athletic la cura contra la depresión

Etxeita introduce el balón en la portería.
Asís Martín

Sea por la hora, el calor o la situación clasificatoria Almería y Athletic ofrecieron un partido soporífero saldado con un triunfo feo pero vital para los leones. Un choque de aquellos caparrosianos de 'clasificación amigo, clasificación...' solucionado merced al gol providencial de Xabi Etxeita. Rompen así los de Valverde su racha de nueve encuentros sin ganar a la vez que vencen por primera vez fuera de Bilbao. Es lo mejor que se puede contar. El duelo fue infame y el Txingurri dejó claro que lo importante eran los puntos quitando a hombres como Susaeta o Muniain para meter a dos defensas. Medidas de equipo de supervivencia, que no de Champions.

De salida el técnico devolvía a De Marcos al lateral, dejando al hoy protagonista Etxeita como titular para sustituír al lesionado Carlos Gurpegui en el eje de la zaga, tomando Beñat la plaza de media punta, aunque solo fuera durante un tiempo. Etxeita admitía "el nerviosismo de la necesidad" al acabar, logrando una victoria que pueda dar confianza al equipo, más allá de análisis futbolísticos, que no es que favorezcan demasiado la foto del triunfo.
Este sábado se estrenaba el balón de invierno, a pesar de estar sudando la gota gorda con 30 grados, y se ve que a los leones les daba alergia el amarillo porque les fue casi imposible tocar con precisión una sola pelota en los cinco primeros minutos. Bromas aparte era una cuestión de ansiedad, porque poco a poco los bilbaínos fueron encimando al equipo local con varias llegadas con peligro incluidas, aunque el israelí Hemed fuera quien hizo el primer remate con auténtico marchamo de gol. Tampoco fue la pera, ehh, porque todo iba en la línea de una invitación a la siesta brutal viendo tanto balón perdido o que volaba como los drones esos de Obama por los aires. Menudo ladrillo fue la primera parte. Realmente infame.
Es difícil digerir algo más engorroso que lo visto esta tarde, pero ya se sabe que los vizcaínos han entrado en esa penumbra en la que ya la estética cuenta poco ante la necesidad imperiosa de puntos. Puntos de los buenos nos referimos, no de esos que esta vez le tocó a Iturraspe llevarse por un codazo de Thomas en la cabeza. Lo que le faltaba al de Abadiño tras el 'recado' que le había dejado el mister el viernes en Lezama. Desde luego no se ha visto mucho paso adelante por su parte, aunque otros pesos pesados como Muniain o Susaeta también estuvieron en el burladero casi sin oler el esférico.
Y es que ni los balones parados se ponían bien en esta película de terror. Sin nada que llevarse a la boca en cuanto a remates y jugadas de mérito iba expirando el primer periodo, cuando al menos De Marcos se decidió a subir su banda rompiendo por una vez las líneas andaluzas. Lástima que la puso mal malogrando una de las escasas rupturas de un tostón monocorde. Significativo de la galvana general fue ver a Valverde pedir ostensiblemente a Balenziaga que al menos subiera al ataque una sola vez, ya que el lateral de Zumarraga, que rozó más de una vez la tarjeta, solo abandonó su cueva en esos 45 minutos para ir a beber agua al banquillo.
Etxeita salva un film de terror de serie B
A la vuelta del descanso volvía a ser de nuevo Hemed el primero que se decidía a testar a uno de los porteros. Gorka detuvo bien su tiro esquinado justo antes de que Beñat se fuera a la caseta para dar entrada a Iraola enviando a De Marcos al centro del campo, nada nuevo bajo el sol, nunca mejor dicho visto como 'cascaba' Lorenzo. Y fue mano de santo porque los leones forzaron seguidamente dos córners consecutivos que iban a traer el 0-1, obra sorprendentemente de Xabi Etxeita, que con zorrería empujaba un rechace de Aduriz para anotar su segundo gol con el Athletic. Tremendo premio, porque era el primer tiro entre los tres palos en 58 minutos.
Poco después en un mal saque de Rubén tuvo el propio Aritz la posible resolución del encuentro, pero el donostiarra se emborrachó de balón y erró una contra que parecía poder ser definitiva. Habría que acabar pidiendo la hora ante un rival romo que hizo rápidamente los tres cambios en pos de encontrar algo que llevarse a la boca, al menos empujar... o provocar infartos. Como ocurriera con el larguero de Thievy tras un pésimo 'despeje-asistencia' de Mikel Rico. El Txingurri vio tan claro que había que salvaguardar el anillo de Golum, que hasta retiró a Susaeta para meter al joven Bustinza, que así debutaba con el primer equipo, o a Muniain para dar salida a San José. Más clarito el mensaje ya me dirán.
Pasándolas de a kilo se llegó al final con un claro penalti de Etxeita a Soriano que afortunadamente el árbitro no vio, para poder disfrutar de un triunfo que hay que celebrar como un título, así de mal andamos. En fin ojalá sea el principio de la reacción a confirmar el domingo en San Mamés a las 12:00 ante el Sevilla.
@asismartin

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