Alejado del tsunami Illarramendi y de la tortura liguera el Athletic Club, visto que tiene que jugar tres partidos
Y es que la propia alineación titular rojiblanca vista este miércoles tenía poco (o más bien ningún) gol. Ernesto Valverde, en el mismo número
La siesta comunitaria del primer tiempo
No es que diera mucho juego la primera mitad. Por decir algo generoso. Pero en fin lo cierto es que los bilbaínos salieron con las ideas claras, presionando desde
Por rescatar algo, nos quedamos con que si ya se sabe que el ataque no es el fuerte rojiblanco esta campaña, la solidez defensiva mejoró. En fechas
Contemplar un periodo entero con calma chicha fuera de Bilbao ya es algo, otra cosa es pedir que encima se achuche al meta rival. Williams. activo
No mejoró con los pesos pesados
En la reanudación no cambiaban ni las caras ni las maneras. Los pocos valientes de la grada sufrían por el frío y por un juego en el que los porteros y sus porterías apenas se intuían. Valverde quiso subir la intensidad dando entrada a Susaeta por un Ibai que sigue desconocido desde que lanzó su campaña del bacalao solidario, para posteriormente habilitar a 'Zumosol' Aduriz por un Williams fundido y a Aketxe.
Tras 20 minutos de extensión de la siesta fueron los malacitanos quienes dieron un paso al frente, pero tamaño los de Pulgarcito, tímido más bien porque a Iago ni le tantearon. El encuentro, que no llegó a la categoría de choque, discurría cansino rumbo a la medianoche entre bostezos. El 0-0 parecía comunmente aceptado por ambas partes como un buen resultado por mucho que Gracia hablara en la previa de que era "una oportunidad histórica para el Málaga". Hoy han jugado andando y el Athletic se ha conformado con mejorar su imagen, su solidez y fiarse de un San Mamés que este curso, ojo, que ha dado muy pocas alegrías.
El domingo ambos equipos deberán volverse a ver las caras en la Catedral (17:00) en el segundo de los tres enfrentamientos consecutivos, dotado de un peso tremendo para los vizcaínos debido a su mal momento en Liga. Los puntos de casa ya valen el doble. Aquello será otra cosa.