La opción Macua parece deshincharse

Hace varios días que se cumplió la fecha en la que se había dejado caer que Fernando García Macua anunciaría su intención, o no, de competir con Josu Urrutia por el sillón de Ibaigane. Pero de momento, llegados a este martes 24 de febrero, el exfutbolista deustuarra es el único que ha movido ficha. Lo hizo presentándose ante la prensa en su local electoral de la calle García Rivero, lugar donde explicar su programa y recoger firmas entre los socios con derecho a voto.

La sensación general es que el abogado bilbaíno se lo está pensando mucho, y que cada día que pasa y que más se lo piensa, menos opciones hay de que definitivamente dé el salto a la arena electoral. Eso sí, tiempo tiene aún por delante. Hasta el 7 de marzo, pero cada día que pasa es un día perdido para coger avales, por ejemplo.
Él maneja sus tiempos, pero lo cierto es que la coyuntura no parece muy favorable para sus aspiraciones. Con una fecha que no deja mucho resquicio para tirar de golpes de efecto en el banquillo y en el césped, con una mayoría de renovaciones en la plantilla hechas o en vías de, la presunta falta de apoyo del PNV, o la ausencia en su equipo de dos de sus grandes columnas, Fermín Palomar y Juan Manuel Delgado, quienes seguramente le ayudarían en campaña pero no le acompañarían después. Muchos hándicaps, sin olvidar tampoco que se ha visto salpicado la pasada semana por su aparición en los juzgados tras una demanda por impago interpuesta por una agencia publicitaria que le llevó la campaña a Ibaigane de 2011, Ros & Etcetera SL. Situación que ha salido a la luz pública y que el protagonista niega rotundamente, pero que tampoco ayuda. En 2011 ambos, Urrutia y García Macua, sí midieron fuerzas. En aquella ocasión el excapitán se llevó el triunfo con números históricos por ambas partes al hacer acopio de 12.057 votos por los 9.796 sufragios de su rival. Una vez más se cumplió el aserto de que la pelea por los avales es la brújula hacia el palco, ya que Urrutia ahí también se imponía por 7.219 válidos frente 4.640 del vecino de Indautxu.
En esta ocasión la apuesta más sencilla es pensar que no se medirán en las urnas y que el último presidente cumplirá su segunda legislatura sin pasar por el trámite electoral. Algo que ya ha sucedido en tres ocasiones: en 1977 con el finado Beti Duñabeitia, con Pedro Aurtenetxe en 1986 y con José María Arrate en 1997. Veremos a ver, el tiempo pasa.