Iker Muniain daba el gran el susto el pasado sábado en el partido perdido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán al tener que abandonar el campo en camilla, llorando, inmovilizado con una férula en su rodilla izquierda, que en un mal giro tras un encontronazo con Banega le produjo inicialmente una 'entorsis'. Al menos según la primera estimación in situ de los galenos del Athletic Club, pero finalmente todo ha sido peor, muchísimo peor.
Este martes se le han realizado en Bilbao las esperadas pruebas complementarias para evaluar el alcance exacto de su percance y, sobre todo, claro, las semanas que debiera permanecer 'Bart' en dique seco con la mirada puesta en esa ilusionante final de Copa del 30 de mayo en el Camp Nou ante el FC Barcelona.
El navarro desde luego no la jugará, le toca una larga travesía -con quirófano incluído- que le llevará a perderse también los primeros meses de la próxima campaña. Un palo deportivo y moral tremendo. Las redes sociales ya se están volcando en mensajes de ánimo para el habilidoso jugador de La Txantrea.
Pero por desgracia la lesión ha sido tan grave como pintaba, ya que según anuncia la entidad de Ibaigane el jugador navarro ha sido sometido a una resonancia magnética. En la misma se le ha detectado una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. El período estimado de baja oscilará entere los seis y siete meses. Devastador. Por su parte, otro león tocado, Ander Iturraspe, que pese a ir convocado no llegaba a jugar en la ciudad hispalesnse, ha sido sometido también a otra resonancia magnética y en la misma se le ha detectado una rotura miotendinosa de grado II en el músuclo pectínio de la pierna derecha. Está pendiente de evolución aún. Vaya día.