El Athletic se encuentra un tesoro para pelear por Europa
El de este viernes era un día propicio para que el Athletic Club gritara con fuerza algo así como "venga, aquí estoy yo y quiero jugar en Europa la temporada que viene". Pues no se le ha oído ni un susurro, pero eso sí, el farolillo rojo, pese a no merecerlo, se ha auto inmolado para otorgar tres lujosos puntos a los de Valverde que así duermen hasta el domingo al menos empatados a 46 con el Málaga.
Ha sido tan poco lo ofrecido que el gol de Beñat tuvo que llegar de rebote, pero en definitiva sirve para afianzar las opciones europeas de los bilbaínos más allá de que no es que se estén dejando el alma en ello. O eso transmiten, vamos.
La verdad es que el Córdoba ha plantado mucha más cara que el Getafe, ha tenido ocasiones claras, pero es que no está para nada. Baste decir que ha acumulado su séptima derrota derrota consecutiva en casa, con lo que entra en la historia negra de la Liga junto al Sporting de Gijón. Las malas noticias para los nuestros fueron la lesión de Ibai en su hombro y que Etxeita se pierde el derbi de este martes contra la Real Sociedad por tarjetas.
La gran novedad en el once era que entraba Ager Aketxe, siguiendo el casting de la media punta para la final de Copa, dejando a Viguera en la banqueta; hoy se quedaban fuera el riojano junto al oscurecido Markel Susaeta y un Mikel Rico al que se le está dando algo de cuerda cara al 30 de mayo. La misma que parece estar afinando Beñat, que en libertad total rápidamente se hizo con el mando del centro del campo, con Iñaki Williams de estilete, otorgando a los bilbaínos de entrada una presencia constante en campo ribereño.
Un desperdicio de primer tiempo
El equipo de Romero había empezado el choque en la línea cataléptica del Getafe, con un aire bastante zombie, lo que no sorprende tratándose de un farolillo rojo que tiene pie y medio en el pozo, pero por eso precisamente sí costó digerir que los de Valverde no hicieran un esfuerzo mayor por meterles el diente dejando todo resuelto. Le costó 15 minutos disparar, tras una buena colada de Williams, debido al alto volumen de pases errados.
Como nadie quiso asumir la responsabilidad el ritmo fue decayendo hacia el tostónball. Y tenía delito, porque en cuanto la línea de creación vizcaína daba un mínimo destello, como tuvo San José, el Córdoba se deshacía como un castillo de arena en la orilla. Pero claro, una cosa es que esté casi descendido y otra que sean cojos, a base de estar el Athletic con trote de pachanga Cartavia cobró protagonismo, y De Marcos, que mentalmente estaba en Laguardia, fue vacilado por un Florin que casi enchufa el primero a nada que rematara un poco mejor.
Se deja crecer al Córdoba
Los minutos de dominio andaluz, con córner al larguero de Bebé incluído o un paradón de Iraizoz en la misma raya de gol, si hubieran sido en Cádiz hubieran costado una coña marinera importante. Increíblemente los leones estaban deseando que llegara el descanso. Una vez más el bote salvavidas iba a ser el balón parado, estando San José cerca de marcar tras un gran centro de Ibai que salvaba in extremis Juan Carlos, o cargándose también el línea del inefable Teixeira II (qué cruz) una gran combinación de Aketxe con Aduriz.
Fue el oxígeno necesario para venirse al menos arriba los rojiblancos con una exquisita jugada que obligó al meta local a volar tras un remate venenoso de Aritz que rebotó en el larguero. Luego Cartavia casi se mete en la portería en un córner...¡sacado por el Athletic!, horror, pero en fin, la recta final sirvió para igualar las ocasiones de un primer periodo con signos importantes de haber sido desperdiciado.
El premio gordo llega de rebote
¿Qué palo, eh? Pues la caraja fue casi mayor al inicio de la reanudación cuando Fidel fallaba un gol de aquellos de 'Videos de primera' a un metro de la portería de Iraizoz. De esos que uno sólo falla cuando es colista y ya te la pillas hasta con la bragueta. Y eso es lo que les pasó a los locales cuando un tiro de Beñat en una contra aislada lo introdujo en propia meta Deivid de cabeza, camino de una nueva derrota en casa. Como dato baste decir que es el quinto autogol que se meten los de Djukic y Romero. Telita.
Más adelante Ibai, antes de lesionarse, volvía a probar al meta blanquiverde, estando en el debe de los del Txingurri permitir por momentos un correcalles sin saber cerrar el encuentro cuando ya tenían todo a favor. Rico, Gurpegui y Viguera, los tres cambios, consiguieron evitar esa ruleta rusa sin pólvora para poder llegar al pitido final en calma y pensar en que se habían sacado tres puntos y engarzado dos victorias consecutivas, visto el juego era como para frotarse los ojos. Pero si ellos mismos suelen decir "el fútbol es así" los demás qué vamos a inventar.
Merecido o no con triunfos se vive mejor. Toca disfrutar del fin de semana, porque la Liga vuelve para el Athletic el martes en San Mamés, y además a lo grande, con el siempre picante derbi ante la Real Sociedad, en este caso de David Moyes. Un hombre que vivió muy de cerca la avalancha de los hombres de Marcelo Bielsa el 8 de marzo de 2012 en Old Trafford. Auqello y lo de hoy, dos deportes distintos.