El Athletic cumple el sueño de una generación
El calendario ya lo avisaba. 17 de agosto. Festividad de San Mamés. Era un día para hacer historia y los leones lo lograron. 31 años después de que Dani levantara la Copa en el Santiago Bernabéu Carlos Gurpegui por fin tomó el relevo del legendario delantero rojiblanco cumpliendo el sueño de toda una generación de athleticzales. Y es que la Supercopa ya está en Bilbao.
Se sufrió, aunque no tanto como se esperaba. El Athletic supo abstraerse de la gran ventaja que le otorgaba el 4-0 de la ida y se mantuvo fiel a su estilo maniatando a un Barça al que Messi le dio un halo de esperanza al filo del descanso, pero que no encontró la manera de hincarle el diente a los leones. El gol de Aritz Aduriz, el cuarto del pichichi, a un cuarto de hora del final dio la puntilla al partido y selló el título.
Ernesto Valverde introdujo dos cambios en el once respecto al que salió de inicio el pasado viernes. Carlos Gurpegui ocupó en el centro del campo el puesto del lesionado Mikel San José, que ni siquiera entró en la convocatoria, mientras que Sabin Merino dejó su puesto a Eneko Bóveda. El durangarra ocupó su demarcación natural en el lateral derecho, Óscar de Marcos adelantó su posición al centro del campo y Markel Susaeta pasó a la izquierda.
El plan del 'Txingurri' funcionó a la perfección durante los primeros 43 minutos. El remate al larguero de Gerard Piqué a los cinco minutos de juego parecía que iba a desatar la tormenta azulgrana, pero todo quedó en un mero espejismo. Los leones fueron apagando el ímpetu local con un monumental despliegue físico y táctico. Sin apenas espacios, los de Luis Enrique sufrían lo indecible ante un rival mucho más cómodo sobre el césped que tuvo en Aritz Aduriz, bien respaldado por Javi Eraso, como balón de oxígeno permanente en los peores momentos.
Pasaban los minutos y el gol que buscaba el Barça para meterse en el partido no llegaba. Incluso Eraso tuvo una excelente ocasión para dejar prácticamente sentenciado el título en el minuto 37. El navarro robó un balón en tres cuartos de campo, pero en un primer momento no vio a Aduriz solo en el punto de penalti y tras encarar a Bravo, algo escorado, optó por el disparo estrellando la pelota en el lateral de la red.
Se encaminaba el choque eld escanso con un esperanzador 0-0 cuando el Barça, como no a través de Messi, vio la luz. Rakitic centró desde la derecha, Luis Suárez bajó el balón con el pecho y el astro argentino, dentro del área pequeña, enbocaba el balón poniendo emoción al partido.
Tras el descanso, el Barcelona apretó, pero no ahogó. Y en el minuto 55 el partido dio un guro inesperado con la expulsión de Piqué. Velasco Carballo sacó la roja directa por las protestas del central a un fuera de juego no señalado a Aduriz que a punto estuvo de costar un gol a los azulgranas. El contratiempo enrabietó al Barça que sin demasiada lucidez y tirando más de corazón tuvo sus mejores ocasiones en las botas de pedro, Rakitic y Luis Suárez.
Con los técnicos empezando a mover sus piezas -Elustondo entraba por el lesionado Etxeita mientras que Luis Enrique buscaba frescura con Munir y Sandro- Aduriz, el héroe de esta Supercopa, sentenciaba el partido. El donostiarra aprovechó un garrafal error defensivo de un Barça ya sin ninguna fe en la remontada para, en segunda instancia, sentenciar el partido con su cuarto gol en dos partidos.
Con un cuarto de hora por delante, todavía hubo tiempo para el debut de Mikel Rico o la más que rigurosa expulsión de Kike Sola por un pisar a Mascherano por parte de un Velasco Carballo loco por la música para compensar la roja a Piqué. Mientras, los más de mil seguidores rojiblancos celebraban el título. Los más veteranos rememorando todo un clásico en los 80, aquel 'sun, sun, sun, sun, sun, sun Athletic txapeldun!!!"