El divino Txetxu Rojo, todo es poco para pedir un cambio de fortuna, realizó el saque de honor de esa pequeña final que disputaron este domingo en San Mamés el Athletic Club y el Valencia CF. Cita en horario de siesta saldada con un balsámico triunfo de los rojiblancos por (3-1), que sin doblegarse dieron la vuelta al gol inicial de Dani Parejo con tantos de Laporte, Susaeta y el omnipresente Aritz Aduriz.
Un partido intenso, duro, de poder a poder en el que ha mostrado buena parte de sus virtudes un Raúl García excelso en el segundo periodo. Con esta victoria el Athletic respira en Liga, llega a los 7 puntos antes de afrontar un nuevo parón que le permitirá no tener compromisos hasta el día 18 de octubre.
Con el once de gala
Ernesto Valverde, rocoso en sus planteamientos, hoy también optaba por meter diez cambios. Tan solo Laporte sobrevivía a 'lo' de Holanda; claro que esta vez en La Catedral se veía al actual once de gala para medirse a los de Nuno do Espirito Santo. No era para menos, 4 puntos de 18 obligaban a dejarse hasta las cejas en el intento. Así lo entendieron los leones que salieron en tromba, con una ocasión para Beñat, -enorme-, en tan solo 30 segundos de juego, fruto de una presión adelantada marca de la casa que les permitiría disparar tres veces sobre la meta de Jaume en un pis pas. Para frotarse los ojos.
De nuevo un injusto palo
La mejor de ellas se le escapaba a Raúl García, tapado por un defensa, en unos minutos en que el Athletic volaba y le salían hasta las paredes largas. El problema era el de casi siempre, meter una, para evitar que el Valencia saliera de su letargo, basado casi en exclusiva en encimar a Aduriz. Saltaban chispas en el área visitante en cada balón parado con Mustaffi y cía. Les costó un cuarto de hora arrancar a los levantinos. André Gomes y Feghouli ensayaron el disparo, pero Iraizoz respondió sin sobresaltos. Algo que no pudo hacer en el 20', cuando no pudo evitar que una falta realizada sobre Bakkali al borde del área y botada por Dani Parejo se fuera para adentro rompiendo la magia del gran inicio vivído. Quejarse porque antes hubiera falta a un jugador vizcaíno ya solo servía para el pataleo.
Y el retorno del Karma
Pese a jugar mejor que su rival habían pintado bastos y tocaba otra remontada, que no se barruntaba ante el bajonazo anímico que provocó el 0-1. Cual alma en pena, al equipo de Valverde le resurgían los fantasmas y la pelota empezaba a quemar en la mayoría de sus integrantes. Quedaba echarle 'buebos' y al saque de un córner, en el 33', Laporte se estrenaba en esta Liga remachando a placer y de cabeza el empate en el segundo palo. Curiosamente cada escuadra había marcado cuando mejor parecía jugar su contrincante. Cosas del fútbol.
Susaeta adelanta al Athletic
Tras pitar incomprensiblemente el árbitro el final del primer tiempo en un córner, la segunda parte empezaba con un tremendo susto después de un servicio de Feghouli que Negredo malograba afortunadamente ante Gorka. Fue el inicio del asedio blanquillo, una vez que los de Nuno se habían hecho dueños del centro del campo. La escapatoria era alargar el campo con Iñaki Williams, -el bilbaíno, acertado o no, se ofrece y da salida siempre- y encomendarse a Aduriz. Aunque la doble ocasión que erró Aritz en el 55' fue como para subir las escaleras de Maiona de rodillas. ¡Mamma mía! Pero con las rotaciones había energía de sobra para empujar. Así Susaeta, sí, el gran criticado de este Club, batía a Jaume en el 60' tras una rápida combinación entre Raúl García y Aduriz. Una jugada de libro en el Athletic, inmejorable ya que hoy se recordaba a Rojo I y a Antton Zubikarai.
Y Aduriz remata la faena
Al revés que en el primer tiempo ahora eran los chés los tocados por el gol, con lo que Aritz se vino arriba. Una buena contra tras robo de Raúl García le permitía subir el 3-1 por bajo al marcador soltando los nervios del equipo y la grada justo antes de que Sabin Merino ocupara la plaza de un ovacionado Iñaki Williams. El choque estaba para sentenciar, pero el Valencia, con Peter Lim con un careto de espanto en el palco, tiró de casta para no dejarse ir. Pero el duelo estaba sentenciado con las dos asistencias del navarro, que se fue con una ovación de ordago de San Mamés en su cambio por Javi Eraso. Fue el punto final de un choque espectacular saldado con la victoria más necesaria.
Ahora a disfrutar con esos tres puntos del parón hasta el 18 de octubre por los compromisos de selecciones. Después se vuelve a la carga con las citas ante Deportivo y Partizan de Belgrado. Pero primero a descansar.