El líder destacado del Grupo II, Barakaldo, cosechó su décima victoria consecutiva en Lasesarre, sumando Liga y Copa, el Sestao River consiguió sobre la bocina una victoria necesaria en Getafe, mientras que Gernika sigue férreo en Urbieta al no dejarse sorprender por el Real Madrid B de Zidane, y el Leioa logra en Sarriena otra victoria en una jornada de sábado mayúscula y fértil para la armada vizcaína.
En Lasesarre, en el minuto 26, el potrillo Jon Guridi se plantó frente a Alejandro, que aguantó el tipo y abortó la ocasión. Por el contrario, un penalti muy claro a favor del Barakaldo por agarrón dentro del área lo resolvió Cerrajería para poner el 1-0 en Lasesarre. El Barakaldo asedió al filial blanquiazul, pero el envite se fue equilibrando. En el minuto 58, Bautista, con la testa, igualaba el partido. Los de Movilla, con Itu echando un cable arriba, diez minutos después, en una acción dentro del área, Alain Arroyo prolongó de chilena un balón para que Xabi Etxebarria remataba el balón a la red el definitivo 2-1.
Por su parte, el Sestao River, que se ha ganado a pulso la etiqueta del Rey del empate, necesitaba oxígeno que lo logró en el descuento. Un 1-2 agónico, sobre la bocina, obra de Mikel Abaroa en el minuto 93. El mediocentro ya había empatado ante el Getafe B en el 20. La adversa noticia fue la lesión de Javi Tarantino, que tuvo que ser relevado. En Las Llanas la tropa de Txus Pinedo espera refrendar este impulso.
El Gernika no se dejó intimidar por el potente Real Madrid Castilla y cosechó un meritorio empate para seguir en la brecha. El capitán Lander Torrealdai inauguraba el marcador de una precisa vaselina que llega al fondo de la red. Mariano, en el 34, también de vaselina empataba (1-1), pero Urbieta sigue inexpugnable año y dos meses después. El Leioa suma y sigue con una nueva victoria en Sarriena de los hombres del Gordobil tras el bofetón de la pasada semana y recuperan crédito. Picón y Güemes noquearon al Ebro batiendo a Javi Montoya, demostrando la superioridad de los de la Margen Derecha, que se instalan en una zona cómoda de la tabla.
El penalti a favor del Barakaldo no fue por agarrón dentro del área, sino por mano de un jugador del Sanse.