Es Noticia
Athletic Club
1-2
FC Barcelona

El Athletic despertó demasiado tarde de su pesadilla

Asís Martín

"¡Nang, nang...!". El segundo round entre el Athletic Club y el FC Barcelona se ha disputado este miércoles en un San Mamés abarrotado con motivo del choque de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.

Tras las expectativas creadas en los previos hemos vivido un episodio decepcionante, saldado con un (1-2) tras una noche borrascosa en lo futbolístico pero casi arreglada al final. Pese a que no vinieron a Bilbao Leo Messi ni Luis Suárez, sí marcaron Munir y, como siempre, Neymar, acortando distancias en el 89' Aritz Aduriz dejando una mínima puerta abierta a la esperanza.
Pese a su valiente salida el equipo bilbaíno apenas 'duró' un cuarto de hora en la pelea. Luego acusó la flojera defensiva y puede que los recuerdos del Camp Nou, porque al combo del Txingurri a ratos se le vio impotente, cabizbajo pese a no dejar de correr al encajar dos goles en los primeros 24 minutos. Luego ya los culés se dedicaron a dormir el choque... lo que casi les hace pillarse los dedos. Todas las ocasiones vascas fueron en la recta final.
Una derrota hoy más corta pero muy dolorosa y que posiblemente dejará secuelas en hombres como Etxeita o Eraso, terriblemente desafortunados en ambas citas ante un rival que ya cansa con solo verle enfrente. Encima todavía hay que volver el día 27 a la Ciudad Condal. Parece una pesadilla que nunca termina.
Una salida de manual
Ernesto Valverde introducía cinco cambios respecto a la debacle del coliseo blaugrana entrando así Iago Herrerín, Lekue, Iturraspe, Susaeta y Aduriz. También cinco novedades metía Luis Enrique, siendo lo más sonoro las ausencias de Leo Messi y Luis Suárez, por supuesto. Las cartas estaban echadas y el libreto sobre la mesa.
Con hambre y la lección bien sabida -tanto el equipo como el público- empezaron muy metidos el partido, presionando desde la misma salida de balón en pies de Ter Stegen, asumiendo riesgos pero con idea de incomodar a los catalanes. Y aún revelándose luego un espejismo, a fe que lo hizo. Rugía La Catedral viendo a los rojiblancos acogotar al Barça con el movimiento pendular de Iturraspe y Beñat, que veían pase al contar con dos carrileros de altos vuelos como De Marcos y Lekue.
Pero si no cortas la cabeza a la hidra...
No hubo ocasiones vascas la verdad, costó 40 minutos chutar, sí la sensación de que se hacía lo único posible para batir al Barcelona: ir a por él cara a cara. La intensidad, faltas incluídas, la presión, era 10 veces la vista el domingo, pero sobrevolaba que necesitas algo más para hacerle daño real al gran cacique del fútbol mundial. No llegó esa situación.
Sino más bien el sentir de que las ganas no se sostenían si el andamio es una mandíbula de cristal. Y por eso, sudor aparte, las oportunidades fueron primero para Neymar, el más pitado, y Dani Alves, quienes obligaron a volar a Herrerín, y luego para Munir que inauguraba el marcador en el 17' tras una absurda melé bilbaína en banda sobre Arda Turán.
Los fantasmas vuelven
Se acusó el mazazo, pese al apoyo sin desmayo de la 110 aquello olía a desencanto, ya convertido en funeral cuando Neymar hacía el 0-2 en otra pifia defensiva, de Etxeita más resbalón de Laporte, en el 24' pinchando un globo que poco antes estaba lleno de ilusión. Sin hacer gran cosa el Barça había soltado dos sopapos en pleno rostro a un Athletic blando en defensa y resbaladizo sobre el césped y, está visto, en su psique.
Era la peor noticia posible tras el 6-0 del Camp Nou. La impotencia se palpaba, la grada se diluía, y es que ni se llegaba arriba ni tan siquiera el balón parado daba alegrías hoy. Tan solo el recuerdo de lo ocurrido el día de reyes ante el Submarino amarillo ofrecía una esperanza a la que agarrarse. Por asirse a algo en el descanso, claro.
Un bucle desesperante
Volvió a salir con ganas el conjunto vizcaíno, rematando algo mejor Eraso, pero sin lograr evitar la sensación de comodidad de un Barça que vio por ejemplo como Iniesta chuleaba él solo a tres leones que le presionaban. Costaba dios y ayuda asomarse por los dominios de Ter Stegen mientras el rival bajaba el ritmo hasta desesperar hasta un amante de los sellos.
Los cambios iban a ser la mejor noticia. Valverde quiso meter sangre fresca con la temprana salida de Muniain, Sabin Merino y San José, reservando a hombres como Susaeta o Beñat para la visita del Eibar.
Pero casi llega el milagro cuando menos se pensaba. Sabin estuvo a punto de marcar un golazo de cabeza en un córner en el que se lució Ter Stegen, y parece que el Athletic tuvo la reacción final de los moribundos ya que Aduriz acortó distancias en el 89', y todavía el meta blaugrana tuvo que sacar otra en el descuento de nuevo del joven Sabin que pudo ser el empate. Fue lo mejor del partido, pero justo cuando ya se acababa. Lástima.
El Eibar acecha San Mamés 
Dentro de este mes sin tregua antes de solventar la eliminatoria copera ante el FC Barcelona el próximo miércoles en el Camp Nou, el Athletic Club debe recibir este domingo en San Mamés a las 12:00 a la SD Eibar de un triunfante Jose Luis Mendilibar. Un derbi de categoría.

@asismartin

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