Bidaurrazaga: "En Lezama hubo gente que me defraudó"

“Estoy encantado al lado de casa, cómodo y feliz”, explica Gorka Bidaurrazaga, técnico actual en el Retuerto de División de Honor territorial, donde recaló apenas dos meses después de ser orillado del Juvenil Nacional del Athletic Club en medio de la espiral de la revolución que se generó en el organigrama técnico de Lezama: “El fútbol me encanta, entrenar es una pasión”, apunta el ex delantero rojiblanco.

“Hay gente de Lezama que le extraña que entrene al Retuerto… pero yo entré en el Athletic entrenando al Apurtuarte. Yo he jugado 4 partidos en el Athletic, pero a mí no me ha regalado nadie nada, empecé con un segunda juvenil en Sarriena y de ahí cinco años en Juveniles, al Apurtu en Honor, Lezama y vuelta a División de Honor”, resume Bidaurrazaga. No obstante desliza que “uno tiene  aspiraciones y le gustaría entrenar más arriba, pero cada uno está en su sitio, hacerlo bien y saldrán cosas. No es un mundo fácil el de entrenador”. Arribó al Retuerto en sustitución de Jon González Peli, que acudió a la oportunidad de oro que suponía el Sestao River como tándem con Txus Pinedo. El equipo estaba confeccionado y la temporada arrancada en un club cercano y familiar, donde jugó su hermano y donde sus dos hijos militan en sus categorías inferiores: “Nos hemos quedado un poco descolgados, pero tenemos que ser realistas, no tenemos tan buena plantilla como puede tener el Sodupe, el Loiu o el Sondika”, señala en la tertulia de Radio 7. Colea aún su salida del Athletic, junto a los Suances, Txirri o Larrazabal, en un volantazo inesperado que sacudió la actualidad de Ibaigane al final del pasado verano: “La experiencia en Lezama fue increíble. Tres años buenísimos, me quedo con lo bueno, con lo malo lo destierras porque te desgasta”, subraya. Reitera Bidaurrazaga que la única pega fueron las “formas”, y que “personalmente” hubo gente que le “defraudó, que no ha sido capaz de sentarse conmigo y decirme Gorka, que no contamos conmigo. En lo personal no pensaba que iba a actuar así”. Reconoce, sin dolerle prendas, que salía de un año “duro” con resultados esquivos.