Enric Saborit reapareció ante el Nástic en San Mamés tras purgar una lesión de rodilla ya resuelta: "Me he visto con fuerza y tengo ganas de coger ritmo otra vez y ayudar al equipo", lanzaba después de lamentar una nueva derrota del Bilbao Athletic que les descuelga en la tabla.
"Nos ha tocado sufrir, pero hay que seguir porque no podemos bajar los brazos”, comenta Saborit, que es consciente de la masa social y el entorno que les sigue: "Por el público, como el que nos animó en Lezama el otro día, y por la familia". El lateral izquierdo, que el curso pasado se fogueó en el Mallorca en la misma Liga Adelante, subraya una constante: "La mayoría de los partidos sí que vemos que jugamos bien, que tenemos el balón, pero pagamos por los pequeños detalles". Saborit extrae una lectura positiva y desliza que "es lo que nos hace aprender, somos jóvenes”.
Saborit desvela que en una reunión del conjunto a principio de temporada ya analizaron la exigencia brutal de una categoría que no deja un gramo de improvisación: "Tuvimos una reunión sobre esta Liga y sabíamos que podríamos estar meses sin ganar y ha pasado". Añade que Ziganda les recuerda cuál se su función prioritaria: "Cuco nos dice que tenemos que ser mejores en junio que al principio de temporada, que tenemos que tener una evolución que estamos teniendo. Nos tenemos que agarrar a esas cosas". Ahora les toca el Huesca, donde seguirán con el mismo guión: "Ir a ganar con nuestro estilo".