Sufría este domingo el Athletic Club ante la SD Eibar en San Mamés cuando aparecía el guante de Beñat Etxebarria. El centrocampista de Igorre abría el cielo encapotado por la férrea presión de los de JL Mendilibar. Un tanto clarividente, el décimo suyo de falta directa, que allanaba el camino para que Iñaki Williams se reencontrara con la red y para que Asier Villaibre, en su debut, asistiera a Muniain para hacer el 3-1 definitivo, salvando el que anotaba Enrich. Entre todos consiguieron que se echara lo justo de menos a Aduriz y Raúl García. La semana ha acabado de cine.