El gol de Iborra en el minuto 50 del choque ante el Sevilla supuso un mazazo del que el
Celta no se pudo recuperar. Un nuevo
saque de esquina donde los de Berizzo
encajaban un gol a balón parado, el octavo del curso en solo quince jornadas para el rival del
Athletic Club de este lunes en San Mamés. Unos números que colocan al Celta como
el peor equipo de Primera División en esta faceta del juego.
La debilidad del Celta en las jugadas a balón parado no es nueva, de hecho se podría decir que se trata de un mal que sufre el equipo vigués desde tiempos inmemoriales, desde que volvió a subir a Primera ni con Paco Herrera, ni con Abel Resino, Luis Enrique y Berizzo el conjunto olívico se ha caracterizado por saber defenderse en este tipo de jugadas. Y
este domingo el Celta se enfrentaba a un equipo lleno de centímetros y que se aprovecha al máximo de esa altura en su plantilla,
un Sevilla que suma 7 goles de estrategia.
Se repetía la misma historia por
octava vez en estos 15 partidos para el Celta, anteriormente al tanto de Iborra, el Celta encajaba goles a balón parado ante el Leganés, Barcelona, Deportivo, Las Palmas y Villarreal, con un gol en propia meta de Wass y en la penúltima jornada ante el Betis. Un gol de Pezzella en el que Cabral no supo cubrir a su compatriota. A estos malos números también se les pueden
sumar los 6 tantos que el Celta ha recibido de penalti, seis penas máximas que han acabado todas en gol.
En total son 14 goles en estas dos facetas, casi la mitad de los
29 tantos recibidos en estas 15 jornadas de liga que colocan al Celta como el
cuarto, empatado con el Valencia, peor defensor de Primera.