Ibrahima, en la órbita del Athletic

El Athletic Club ha puesto su lupa en el joven y espigado delantero (1'90) senegalés de la SD Amorebieta, Ibrahima Deng, que milita en el equipo de Segunda B que pilotan Larrazabal y Suances, donde juega regularmente pese a su juventud e inexperiencia. El organigrama técnico de Lezama le va a testar este miércoles ante un combinado de jugadores de Bilbao Athletic y Basconia mezclado con otras promesas de Tercera que se sigue, más algunos cedidos. Una experiencia que ya el curso pasado se llevaba a cabo regularmente.

Los técnicos del Athletic entienden que el chaval, formado desde el juvenil del Amore y desde los 17 años en Euskadi, tiene mucho potencial. Es un diamante por pulir, pero su velocidad y técnica puede explotar en los próximos años. De momento se le tiene controlado y se le quiere ver in situ ante otro abanico de futuribles. Este curso marcó cuatro goles en la pretemporada y suma tres en la Liga, salpicado en 20 partidos entre Liga y Copa.
Ibraima, el más pequeño de ocho hermanos nació en Leona Thiaroye, un puerto cercano a la capital de Senegal, Dakar. Con 16 años se coló de polizón en una embarcación que arribó en Tenerife, aunque en principio aspiraba a llegar a Francia ya que domina el francés. A Euskadi llegó meses después por medio de un contacto que le facilitó su madre  de una amiga senegalesa que vivía en Bilbao. Allí se plantó Ibrahima, aunque tuvo que ingresar en un centro para menores en el barrio San Antonio de Amorebieta. Antes de ingresar en el club zornotzarra entrenó con el Arenas, aunque sin poder tramitar la ficha al ser un menor extranjero. Nada más cumplir los 18 años fichó por la SD Amorebieta juvenil para echar un cable a que se mantuviera en Nacional.
"Mi gran sueño, mi ilusión es jugar al fútbol y poder ganar dinero para ayudar a mi gente. Por eso tengo que dar todo en cada partido, porque es una oportunidad para cambiar mi vida y la de mucha gente. Cada partido para mí son más de 3 puntos”, afirmaba Ibra en la web del club zornotzarra. Los contrarios, continúan, “me dicen que siga así, que lo hago bien, que han tenido muchas dificultades para marcarme".