Athletic Femenino, silencio de género

Para no generar malos entendidos, porque la situación es sangrante, comenzaré por decir que escupo a la cara de los hombres que, exagerados por su mayor fortaleza física, se ceban con las mujeres que les quedan más cerca, al lado, en la peligrosa casa, en el engañoso hogar, carcel con paredes y techos que absorben el ruido de los huesos cuando crujen de seguido al golpeo brutal del puño contra la carne.

Así mismo, por aquello de que lo cortés que señala al miserable no quita lo valiente de ser socialmente incorrecto, denuncio a esa corriente mediática que, sistemáticamente, olvida que la mujer, cuando se lo propone, puede destrozar psíquica y físicamente al hombre cuyo sufrimiento no encontrará eco en las ondas de la civilización.
Dicho lo cual, me centro en el mundo del fútbol. Un universo donde lo galáctico son Sistemas de estrellas masculinas que alimentan planetas viriles. La Tierra es uno. Y por tener tanta agua en su superficie, alberga vida. Adán y Eva. El burro siempre por delante desde él génesis; la mujer, desde lo de la manzana, condenada a vivir en la Luna; al menos, lo de la pata quebrada parece que va en descenso, gracias, sobre todo, a esa rebelión que devino en un grito de guerra, ¡Todas al verde!... y el fútbol femenino se echó a andar, para, de seguido, romper a correr con desmarques tales que no tienen nada que envidiar, ni en virtud ni en movimiento, a los que realizan los futbolistas de la liga Santander, a los de la '1,2,3': mujeres al poder, al poderío, y desde el, desafiar, retar a los hombres a un "cinco cambio y diez acabado"...
La temporada pasada, a resultas del título de liga conquistado de manera tan meritoria por las leonas que 'doma' y adiestra Joseba Agirre, voces oportunistas de seres menores, sobre todo féminas que se sirven del púlpito de la televisión, de figuras políticas y otras adjuntas a la dirección de Emakunde, se alzaron en grito mentiroso pidiendo, de manera lastimera, que la Gabarra aquella que remontó la Ría para festejar las dos ligas y una copa del Athletic de Clemente fuera rescatada del dique seco a fin de servir de barco de lujo en el que, todas a una, las leonas, capitaneadas por Iraia Iturregi, pudieran ofrecer el trofeo a los, hipotéticamente, cientos de miles aficionados que atestarían las dos márgenes de la Ría: "Por el río Nervion / subía una gabarra/ rumba la rumba la rum..."...
Todo era mentira. Meter ruido. Hablar por hablar. Coger plano de cámara y parlotear en micrófonos gratuitos. Llovía entones sobre mojado. Acordémonos de aquella rueda de prensa que en Lezama se tuvo que suspender porque a preguntarle a Joseba Agirre no había acudido ni Dios, tampoco la Virgen, machista señora, silencio de género...
Si reparamos en aquellas voces huecas que se sumaron a la fiesta más que nada por el kalimotxo, por mucho que agucemos el oído no las escucharemos. Si, del mismo modo, nuestra atención es toda ella para periodicos, radios y televisiones que engordan páginas, ondas, teleberris y toda suerte de televisiones localistas a base de géneros periodísticos tan solo destripando al segundo la actualidad del Athletic de Ernesto Valverde, las referencias al equipo femenino del Athletic se ciñen a una noticia que tiene más de necrológica o anuncio por palabras que de crónica con todas las de la ley. ¿Dónde estan -les pregunto a los de entonces y a los pocos que quedan de ahora- las amigas y amigos que las leonas tuvieron ayer?... El que calla otorga...
Tras cuatro victorias consecutivas, el Athletic ocupa plaza noble que ha costado horrores alcanzar, no hay rival fácil, los equipos han crecido a marchas forzadas, y, sobre todo, la transición desde el dique seco hasta el mejor estado de forma es un camino tortuoso, pero, al mismo tiempo, atractivo de ser andado, porque la gloria, una vez alcanzada, es una 'droga' que engancha, engancharse a la liga, de eso se trata, "Porque somos el Athletic", como no se cansa de  proclamar Joseba Agirre, primer entrenador del primer equipo del Athletic...femenino...
Quizás abrazar el título de esta temporada sea un maridaje entre Quimera e Hidra. Sin duda. Pero es que el éxito de las leonas no se basa en ganar la liga cada temporada. El triunfo verdadero es verlas jugar, sobre todo en Lezama, cuando el rectángulo es verde y mullida alfombra de césped natural. La victoria verdadera no consiste en sumar de tres en tres, sino en repasar la extensa plantilla... y quedarse pasmado ante la insultante juventud que augura un futuro a corto o medio plazo de días de txakoli y rosas rojas y blancas...
Al amparo de la sabiduría que otorga la 'senectud' de Tirapu, Iturregi, Gimbert, Erika, Murua e Ibarra, y la madurez de Eunate, Flaviano, Nekane y Yulema Corres, una camada de leoncitas están abriendo sus fauces y mostrando sus zarpas para el arañe. Guarrotxena (22), en la portería. Moraza (21), Garazi Murua (21), Sierra (18) en la zaga. Alazne Gómez (22), Oroz (18), Damaris (17), en la medular. Lucía García (18), estilete por la banda derecha del ataque. Son más. Cuenten hasta 27 porque todas suman. Entiendan sus edades al comienzo de la temporada.
Si la fatalidad ya se ha despachado a gusto con las malditas lesiones que obligaron a levantar en Lezama 'hospitales de campaña', les pido que presten atención a nuestro equipo. Que no hagan distingos entre el varón y la mujer que se escribió en las partidas de nacimiento. Este equipo, el Athletic de Joseba Agirre, está llamado, a medio plazo, a protagonizar un lustro y medio de fútbol lustroso. Que a lo bello del juego le acompañe el premio de las copas es algo que nadie puede asegurar.
A la espera de las vacas gordas y espigas jugosas, les recomiendo que no pierdan de vista, que admiren con deportiva alevosía, a Maite Oroz y Damaris Egurrola. A punto ambas de sacarse el carné de conducir, Oroz maneja el equipo cual réplica de Ander Herrera. Damaris Egurrola, fina y esbelta su figura, tiene las maneras de Txetxu Rojo, la levedad de Sarabia...y el guante de seda que en su bota calzaba Estanis Argote. Un regalo para los sentidos.
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes. 

@LuismaPrezGartz