Otro 'rulazo', tres sufridos puntos más

Los nuevos aires recibidos en Sevilla, pese a perder con el gol ilegal de Iborra, hacían presagiar una cara renovada este domingo en el partido del Athletic Club frente a un Málaga CF que llegaba a Bilbao en una crisis 'gatopante', que diría el añorado Jose Iragorri. Los malacitanos llevan casi ¡un año! sin ganar a domicilio. Olían a víctima propiciatoria pese a la ristra de bajas vasca, más que nada porque los puestos directos de Europa se empiezan a poner caros, y hay que mantener esa 'boga de ariete' que se tiene en San Mamés pensando incluso, seamos sinceros, ya en la séptima plaza.

Pero para viajar el año próximo por el Viejo Continente hay que mejorar fuera y no fallar en casa, una ecuación rígida y peligrosa. Hoy el equipo andaluz ha estado cerca de rascar algo en un partido malo, que fue de más a menos, pero el talismán Raúl García, en su partido 75, ha dejado los tres puntos en casa, de penalti, con el (1-0) final, con lo que ya se llega a los 41. San Mamés es la guarida, mantiene viva la ilusión, y aunque se sufre como perros Valverde ha logrado su récord en casa y el navarro mantener su habitual idilio con la victoria cuando marca, salvo en Las Palmas.
Sabido que el santo, Aritz Aduriz, sigue de baja, acompañado de Merino, Kepa y De Marcos, ya que esta vez hemos asistido al retorno de Laporte, Lekue y Beñat que entraba a última hora en la lista pero ha sido titular. Él y su compañero San José, en el guión previsto habitualmente de frialdad perdieron un par de salidas de balón y los visitantes aprovecharon para rematar dos veces sobre Iraizoz -por medio de Charles- en el primer minuto de juego. La Catedral reprobó ese arranque con unos silbidos, porque se vivía en área vizcaína, en un inicio desastroso en el que Fornals campaba a sus anchas.
Ya se sabe que a los bilbaínos les hace falta que les pinchen para empezar a sangrar, así que poco a poco se fue poniendo cordura, la presión subió unos grados, Beñat comenzó a recibir, Williams a correr y Lekue a disparar. El 'pero' es que faltó tino en la última decisión. Recuperada la pelota, superadas líneas, al final pasaron 20 minutos sin crear una ocasión en juego, y cuando llegó, en un error de Juankar, Kameni se la sacó a Susaeta en el mano a mano.
Entre una nube de resbalones Camacho y Llorente hacían una gran labor de zapa. Dificultaban la fase creativa, que de todas formas, repito, tenía su mayor enemigo en las imprecisiones propias, o no se pasaba bien o se remataba peor. Con lo que los malagueños llegaban vivos al descanso, achuchados pero sin padecer verdadero peligro. Pese a botar cinco córners la mejor ocasión, de un magnífico Lekue, llegaba en el descuento y fue tras dar en el cuerpo de De Michelis.
A la vuelta, otra vez, el equipo del Gato es el que estuvo más cerca de marcar, tuvo tres intentos, el más nítido tras un cabezazo de Jony al que Iraizoz respondía con una buena intervención, u otro de Llorente que se fue por poco tras ganar la acción a la defensa en un balón parado. Ante la falta de punch Valverde optó por darle hoy algo más de tiempo a Villalibre que sustituía en el 62' a Muniain, flojete esta tarde. El búfalo, nada más entrar, hizo una buena jugada de ariete, pero pese a pasar Williams a la izquierda costaba disparar.
Tuvo que ser de nuevo Lekue quien hiciera un jugadón individual para que, tras rematar Iñaki al poste, el árbitro pitara penalti de Camacho por mano, Rulo lo transformaba con maestría de tiro seco que engañaba a Kameni y suponía su sexta diana. Ahí el mister quiso dar descanso a Williams, entraba Saborit y entraba Bóveda pasando Lekue arriba, pero más impacto tuvo En-Nesyri que dejó al campo temblando nada más salir con su exhibición físico-técnica en la banda. También volvió Sandro, su killer.
Quedaba ya muy poquito, el tema residía ya en no liarla, algo que pudo pasar porque el Athletic se metió atrás y hubo hasta una tangana con Raúl y Charles que alargó el cronómetro cinco minutos y los nervios de todos mientras Lekue se iba  remolcado del campo. No hubo más dramas, al final los pocos que habían ido, menos que nunca, al menos hicieron más ruido de lo habitual. Es lo que tienen los piques.
El derbi llama a la puerta
El próximo domingo llega una cita clásica, sin duda la más esperada del año al otro lado de la autopista, en la que la Real Sociedad, esa que concita tantas alabanzas a un ritmo de un partido por semana, recibirá a los leones a eso de las 12:00 del mediodía en horario de vermú. ¿Una magnífica ocasión de recortar distancias con los de Eusebio y dar carpetazo a la mala racha lejos de Bilbao, no? Veremos y veremos también si puede jugar Aritz Aduriz, que caía lesionado hace dos semanas en Mestalla y aún no ha vuelto.

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