La alegría de ganar

El Athletic Club se juega renovar su pasaporte europeo en los diez partidos que restan de aquí a final de Liga. El hecho de que seis se jueguen lejos de San Mamés exige a los leones dar un paso adelante en el rendimiento que hasta la fecha han ofrecido fuera de los muros de La Catedral, donde además tendrán por delante tres enfrentamientos ante equipos “europeos” (Villarreal, Celta y Atlético de Madrid) y tres peligrosos derbis (Osasuna, Eibar y Alavés).

En definitiva, son 18 puntos vitales para el regreso a Europa, seis encuentros en los que los rojiblancos deberán ser el equipo que fueron en Anoeta si desean despejar las dudas de un posible Athlexit de cara a la próxima temporada. Los leones ya manejan los ingredientes para volver a entonar “el himno de la alegría” europeo y la receta ya ha sido degustada en más de una ocasión en la presente temporada: solidez, solidaridad, atrevimiento y eficacia.  No obstante, que nadie crea que el de Iruñea será un partido sencillo para los de Ernesto Valverde, que enfrente tendrán a un equipo que nunca se rinde, como bien corea la  grada de El Sadar. Y es que para un Osasuna virtualmente en Segunda, ganar a los rojiblancos supondría una de las pocas –si no la única– alegría que pueden ofrecer a sus incondicionales y magníficos seguidores, porque el descenso es algo que se tiene asumido ya en todas los estamentos del club navarro, planta noble incluida.  De ahí que el derbi de mañana sea tan importante para ambos equipos. Para Osasuna porque significaría ofrecer a su afición un dulce en una temporada plagada de momentos amargos y, para el Athletic, porque supondría no dar un paso atrás durísimo e inesperado en su camino hacia volver a entonar su novena sinfonía continental del Siglo XXI. Está claro que, por unas u otras razones, ambos equipos quieren disfrutar este sábado de la alegría de ganar.
Por Diego Arambalza, director del programa “Fuera de Juego” de Radio Euskadi 

@DiegoArambalza