El Levante UD tiene motivos, entre otras cosas, para estar contento respecto al rendimiento de sus porteros en la presente temporada, tanto por la campaña cuajada por Raúl Fernández-Cavada como por la respuesta ofrecida por Oier Olazabal. Este último ha disputado tres encuentros tras la consecución del ascenso a Primera y ha cumplido más que de sobra y permitido que el portero del Athletic Club, sin jugar, siga cogiendo ventaja en la carrera por hacerse con el Trofeo Zamora de la Liga 1|2|3 respecto su principal competidor, Édgar Badía del Reus.
Raúl Fernández logró la pasada semana adelantar de nuevo a Badía en el ránking de los porteros menos goleados y, tras el empate del Reus contra el Elche (1-1) en el Martínez Valero, el meta bilbaíno del Levante sigue cobrando ventaja. Así, si tras la jornada 39 la media de tantos recibidos por parte del vasco era de 0,687 por encuentro, la de su competidor era de 0,692 pero con el gol encajado en territorio ilicitano la distancia, aunque no mucho, sigue ampliándose. Ahora, Badía ha encajado 28 dianas en 40 encuentros, lo que arroja una media de 0,7 por jornada.
El Trofeo Zamora, de todos modos, no está decidido y seguramente va a tener que ver más con los goles que reciba el portero del Reus que de las actuaciones de Raúl Fernández. Y es que, pese a que el bilbaíno todavía podría jugar algún partido de los dos que quedan para finalizar la Liga 1|2|3 (frente al Lugo y el Huesca), todo hace pensar que podría seguir bajo palos Oier Olazabal después de responder a la confianza de Muñiz. Salvo en Vallecas contra el Rayo, donde se jugó un partido raro con las celebraciones del ascenso de por medio y con el virus estomacal sufrido por algunos jugadores granotas, el arquero procedente del Granada jugó en Tenerife, cuajando una buena actuación, y de nuevo destacó frente al UCAM Murcia.