Puestos a desperdiciar...

El Athletic Club, con un tercio de liga consumido, empieza a necesitar más puntos que sensaciones o aplausos. Sin abusar del término 'final', sí que era importante ganar este domingo en Riazor ante un rival directo como el Dépor, ya que el próximo visitante de San Mamés será el Real Madrid, ante el que encima no estará Laporte al ver la quinta amarilla.

Hoy el empate (2-2) deja un regusto de desperdicio. Los vizcaínos que han atacado mucho, también han concedido en defensa y han dejado escapar una doble ventaja con los goles de Susaeta e Iñaki Williams. Por eso 13 puntos en 13 jornadas se antojan un botín muy escaso como para no estar estresados. El Athletic llevaba 5 partidos oficiales seguidos sin perder contra el Deportivo y 3 consecutivos ganando a los de María Pita. Pero también 5/27 puntos en LaLiga Santander.
Eso pesa. El equipo tiene los tics de los que lo están pasando mal. Tras empezar de cine y ponerse por delante le entró el cagancho, en la segunda parte dio un par de postes, mereció ser recompensado con un penalti, pero no se acaba de vencer y eso agranda la úlcera. Los resultados son la única medicina cuando ya no hablamos de un arranque, sino de una competición ya totalmente lanzada.

El míster sigue buscando respuestas (Vesga otra vez ni convocado). Está claro que Ziganda le está dando muchas vueltas a la cabeza. Experimenta, si ante el Hertha eran titulares Rico y Aketxe, hoy regresaba (3 meses después) Óscar De Marcos pero sin suerte (se fue lesionado en un dedo) ni cambio de sistema, sino con un retorno a la mediapunta de Bielsa, y vimos el banquetazo para un flojo San José, dejando la sala de máquinas a su tocayo de Arrigorriaga y a Iturraspe.
Un Athletic de más a menos
A nadie escapa que ambos equipos no están para alharacas, el arranque fue un glosario de pérdidas de balón, de proyectos frustrados, de presionar para que tú la pierdas... pero aún así los leones salieron mucho mejor. Las delicatessen fueron un jugadón de Balenziaga, un acrobático remate de un Núñez -que igualaba a Iñigo Larrainzar con 12+1 partidos consecutivos de liga tras debutar- y, sobre todo, el gol de Susaeta tras otra contra de libro como la vista ante el Hertha. El robo de Rico, el taconazo de Aduriz,... canelita.Primera vez que puntua el Athletic después de partido europeo (Fase de grupos). Hasta ahora 4 partidos, 4 derrotas
La bronca de Cristóbal hizo reaccionar al Dépor. Adrián dio un paso al frente, enredando en varias zonas pero se encontró con la respuesta de Kepa. Con la que ya no pudo fue con un balón parado, en el 34', que acabó alojado en sus mallas en un despiste de marcaje de Bóveda. Había que volver a empezar, absurdamente se había cedido la iniciativa sin sacar rendimiento al 0-1, y desde entonces los gallegos no pararon de atacar (sobre todo por la banda derecha vasca) salvo en la recta final del primer tiempo en la que Alventosa hizo un penalti (no pitado) por mano.

Sin cambio de nombres había que reencontrarse en la segunda parte de Riazor. El Cuco dio chance a Raúl García por un Óscar De Marcos que se fue lesionado al banquillo en un dedo del pie derecho, pero la pelota era herculina. De hecho pidieron un penalti a Rico, llegandoles la maldición del fútbol: cuando mandaba el Dépor Williams volvía a adelantar al Athletic a pase filtrado de Rulo. Falle o no defienda, este equipo necesita a Iñaki.
Esta vez el gol pareció dio alas.... momentáneamente. Rico tuvo un buen tiro, e Iturraspe estalló un balonazo en el poste blanquiazul, pero el Dépor volvió a achuchar y el suizo Fabian Schär anotaba completamente solo el empate al irse de la sombra de Itu. Soltadas amarras por ambos bandos el alocado choque asistió a un segundo palo rojiblanco, a chut de Williams, que con espacios estaba en su salsa. Llovian los remates sobre ambas porterías. Incluso Juanfran en el último segundo dio un susto de muerte, pero su tiro se fue arriba.

La semana entrante nos depara un doble plato en San Mamés. El miércoles hay que dar pasaporte al Formentera en la eliminatoria de copa del rey, recordando que hay que levantar el 1-1 de la ida cosechado a duras penas en terreno balear. Un choque tardío, que comenzará a las 21:30 horas, y que será el aperitivo de una de las citas habituales de cada año, el clásico ante el Real Madrid, ahora de Zidane, que jugará en Bilbao el sábado a las 20:45h con el sello de ser Medio día del Club.

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