Iker Muniain activa su puesta a punto

Está con ganas de echar una mano a sus compañeros en un momento delicado y se le nota. Iker Muniain sabe que el equipo y su paisano, Cuco Ziganda, le echan mucho de menos en un ataque huérfano de su presencia, especialmente en San Mamés, donde tan solo Aduriz y Etxeita han podido marcar desde el 10 de octubre (cuando Vesga anotaba ante el Sevilla), y trabaja a destajo por acortar plazos, algo que no es sencillo en las lesiones de LCA.

Lo cierto es que cuatro meses y medio después de lesionarse de gravedad la rodilla derecha sobre el césped del estadio rojiblanco, el pasado 28 de septiembre, durante el encuentro de la UEFA Europa League que enfrentó al Athletic Club con el Zorya Luhansk, se dejó ver entrenando por la Catedral. Y ayer mismo ha colgado unas fotografías trabajando en Lezama la reacción de su rodilla con un juego de luces.
Muniain, que se operó el 9 de octubre de la que es la segunda lesión de cruzado que sufre en su carrera -la anterior fue en la rodilla izquierda-, está llevando a cabo una casi meteórica recuperación y va quemando etapas con pasos de gigante. El martes ya se ejercitó con el grupo en los rondos previos en Lezama, y en el entrenamiento de este miércoles a puerta cerrada en San Mamés ha vuelto a trabajar con sus compañeros en la parte inicial, para luego seguir su propio ritmo siempre al lado del balón.
Si nada se tuerce durante la recuperación que aún tiene por delante Muniain, Ziganda podrá contar con el extremo en el tramo final del campeonato de LaLiga Santander. La suya será una de las dos bajas que presentará el Athletic Club este viernes ante la UD Las Palmas. La otra será de la Mikel Balenziaga, única ausencia hoy en San Mamés. El de Zumarraga lleva en el dique seco desde el 16 de diciembre debido a una lesión muscular con la que cuerpo técnico y médico está teniendo mucha cautela.