Marcelino García Toral, técnico del Valencia, tiene bien estudiado al Athletic Club y alerta de la fortaleza del equipo rojiblanco esta temporada en San Mamés, donde los ché' juegan este miércoles (19:30 horas) y donde llevan cinco temporadas sin ganar, con dos derrotas conscutivas. "Es un partido de muchísima dificultad, el Athletic nos va a exigir muchísimo, ha advertido este martes en rueda de prensa.
El preparador asturiano no se fía de la irregularidad del equipo de Ziganda. "Es un equipo muy difícil en su campo. Quizás este año está pasando más dificultades que en años anteriores. Pero también recuerdo temporadas atrás en las que tuvo primeras vueltas irregulares y luego segundas vueltas muy fuertes. No sé si esta temporada ocurrirá lo mismo", reflexiona.
Marcelino tiene claro que les espera una batalla en San Mamés, donde, el Valencia lleva cuatro temporadas sin ganar. "Sólo dos equipos han ganado allí esta temporada, el Atlético de Madrid y el Barça, metiendo ambos dos goles. Siete equipos de los 12 visitantes no lograron meter gol en San Mamés", recuerda con tino.
El técnico valencinista ha destacado que el Athletic es "un equipo con señas de identidad claras: presión, juego largo y futbolistas muy buenos en zona de finalización, como Aduriz, Raúl García y Williams, que aporta velocidad". "Nos va a exigir muchísimo porque vamos a tener crear desde nuestro campo, ganar primeras acciones y defender muy bien los centros laterales y la estrategia, que son sus principales armas de ataque", resalta.
"Es un partido de muchísima dificultad para nosotros, pero que afrontamos con la ilusión de ganar, como es obvio", precisa.
Marcelino ha rememorado el duelo de la primera vuelta en Mestalla para argumertar que el Valencia ha ganado en solidez. "En Mestalla no fuimos un equipo sólido, todo lo contrario, y ganamos, aunque el Athletic hizo más merecimientos que nosotros para ganar ese partido porque nos generó un mínimo de cinco ocasiones de gol, metiéndonos dos goles en las segunda parte. Ahora somos más sólidos que al principio de la competición. Dos meses después, la Real sólo nos generó una ocasión de gol a un balón parado. Los rivales nos llegan bastante menos que en la fase en la que ganábamos".
La diferencia, a su juicio, es que "en aquel momento, los jugares de medio campo hacia adelante estaban en un estado de forma óptima y convertían gran parte del juego en acción de peligro o gol, y eso tenemos que recuperarlo". "En septiembre éramos un equipo sorpresa, sin un objetivo determinado ni tan alto y ahora se nos presenta una oportunidad de estar entre los cuatro primeros. Tenemos que aceptar la responsabilidad, convivir con ella, y seguir adelante", concluye.