El Madrigal o Estadio de La Cerámica. La denominación es lo de menos. El campo del Villarreal, donde el Athletic Club jugará el próximo lunes 9 en un último intento de apurar sus escasísimas opciones de asir la séptima plaza europea, es un terreno baldío para los rojiblancos, que cuenta por derrotas sus tres últimas visitas al feudo groguet, donde sólo pueden presumir de dos victorias en 17 comparecencias.
En las 12 última visitas, dos empates en lo poco que el Athletic Club ha podido echarse a la boca, en las temporadas 2011-2012 (2-2) y 2013-2014 (1-1).
El último triunfo que pudieron paladear los bilbaínos en Castellón data de la campaña 2003-04, cuando un gol de Jonan García al filo del descanso dio los tres puntos al equipo entrenado por Ernesto Valverde en su primera etapa al frente del equipo bilbaíno.
La otra victoria, la primera, fue el siglo pasado, en 1898, de nuevo por la mínima, con un tanto de Isma Urzaiz.
La pasada temporada, el 7 de abril de 2017, el Villarreal de Fran Escribá se impuso por 3-1. Aymeric Laporte logró igualar el tanto inicial de Víctor Ruiz, que luego sería expulsado, pero Bakambu y Adrián inclinaron la balanza hacia el lado local.
El 3-1 es el resultado más repetido -en cinco ocasiones- en los viajes del Athletic Club tierras castellonenses, donde ha sufrido goleadas como el 5-2 del curso 20101-2012 o el 4-1 de la 2010-2011.
El balance de las 17 visitas rojiblancas al estadio del Villarreal es demoledor: once triunfos locales, cuatro empates y dos triunfos visitantes, con 35 goles a favor del conjunto amarillo y 15 del rojiblanco.