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Estriptis con amarilla para Iker Muniain

Muniain en la celebración del gol (Foto: LaLiga).
ElDesmarque Bizkaia

Uno de los goleadores del Athletic Club de Bilbao en el duelo vivido en San Mamés el pasado lunes 20 ante el CD Leganés, el navarro Iker Muniain, ha recibido entre semana un consabido 'regalito' del Comité tras celebrar por todo lo alto su diana ante Cuéllar.

El tema había pasado desapercibido, pero ahora se ha hecho público.

El segundo entrenador del Eibar, Iñaki Bea Jáuregui, ha sido el único suspendido en la primera jornada de La Liga Santander, por "doble amonestación y consiguiente expulsión", según el informe del Comité de Competición de la Federación Española.

Además, Antonio Mohamed, entrenador del RC Celta, fue el otro técnico amonestado, que no suspendido, en la primera jornada liguera por "formular observaciones al árbitro".

Muniain Goñi, Iker fue amonestado por el siguiente motivo: Quitarse la camiseta por encima de su cabeza tras la consecución de un gol".

En esta primera jornada de La Liga Santander ha habido un total de 33 futbolistas amonestados: 27 por "juego peligroso"; 3 por "formular observaciones al árbitro", 2 por "pérdida de tiempo" y uno (Muniain, del Athletic) por "quitarse la camiseta con ocasión de la celebración de un gol".

Según reza el acta del colegiado debutante cántabro "en el minuto 89 el jugador (10) Muniain Goñi, Iker fue amonestado por el siguiente motivo: Quitarse la camiseta por encima de su cabeza tras la consecución de un gol".

En cuanto al resto de leones metidos en el ajo de los comités, apuntar estas referencias a sus casos:

En el minuto 17 el jugador (5) Alvarez Lopez, Yeray fue amonestado por el siguiente motivo: Derribar a un contrario en la disputa del balón evitando un ataque prometedor.

En el minuto 52 el jugador (12) Berchiche Izeta, Yuri fue amonestado por el siguiente motivo: Zancadillear a un contrario en disputa del balón de forma temeraria.

En el minuto 78 el jugador (22) Garcia Escudero, Raul fue amonestado por el siguiente motivo: Derribar a un contrario en la disputa del balón de forma temeraria.

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