Los años pasan para todos incluso para el Bart Simpson del Athletic Club de Bilbao, Iker Muniain, que, pese a sus escasos 25 años, cada día luce una mayor madurez tras su imagen de eterno adolescente pícaro. El ahora 'padrazo' de la Txantrea es otro.
Este miércoles, en las instalaciones de Lezama, tras la sesión a puerta cerrada de Eduardo Berizzo preparando el duelo ante el Real Madrid, el navarro se ha referido a ese cambio de actitud ante la vida que queda bien reflejado en el terreno de juego.
“Los años pasan y vas adquiriendo todo tipo de experiencias y madurez. Estoy en un momento de mi carrera en el que me siento muy bien, muy a gusto con muchas ganas de seguir creciendo personalmente, a la vez que crece el equipo, y con ganas de conseguir cosas bonitas", espetaba a la prensa.
"He recibido golpes que me han hecho perder partidos, pero me han dado más hambre para continuar y seguir mejorando"
Iker lleva 350 partidos como león, se ha colocado a cuatro de un mito como Telmo Zarra pese a las graves lesiones padecidas. Pero no echa cuentas ni hace dramas. “Lo pasado pasado está, no hay que pensar en dónde podía haber estado sino en lo que me queda por hacer, que espero que sea mucho", reflexionaba.
"He recibido golpes que me han hecho perder partidos y temporadas, pero eso me ha dado más hambre para continuar y seguir mejorando", advertía convencido de que aún tiene correa en sus piernas y mucha guerra que dar en los campos de Primera.
"Con Berizzo me siento cómodo. Estos partidos que hemos jugado he jugado por el centro, donde me siento cómodo, lo que no quiere decir que si el míster lo cree conveniente pueda jugar más escorado a la banda. Juegue donde juegue intentaré buscar el mejor fútbol y ayudar al equipo", ha explicado.
“Siempre pienso que puede ser mi año. Cuando empieza una temporada nueva intento mejorar la anterior y disfrutar de lo bonito que es el fútbol. Todo eso me gusta valorarlo y es lo que realmente me hace feliz”, finalizaba ante el micrófono el txantreano.