Aitor Elizegi, uno de los dos candidatos a la presidencia del Athletic confirmados este miércoles por la Junta Electoral, llega a la campaña electoral tras dudas iniciales, después de avanzar que se presentaba, luego asegurar que no y, finalmente, de nuevo decidir que sí.
Antes esas variaciones en su decisión, resultó sorprendente que intentara concurrir a unos comicios en los que los plazos iniciales fueron consumiéndose sin que nadie saltase a la arena.
Pero lo hizo, superó con holgura el obstáculo de lograr los avales en -según dijo él mismo- tiempo récord y, ya proclamado oficialmente candidato, desveló sus compañeros de viaje a la espera de conocer este mismo jueves unas intenciones que hasta ahora casi no ha dejado ni entrever.
Sí dejó claro en un encuentro con la prensa que el ámbito de la entidad que más le preocupa es el "social" y anunció que, de las seis comisiones que crearía en caso de ser presidente, él presidiría la de ese asunto.
El gran hándicap que se le supone a Elizegi es la exigencia de la Ley del Deporte de tener que avalar el 15 por ciento del presupuesto es esta temporada de 128,9 millones de euros. Que sería de cerca de unos 19,3 millones.
Tampoco podría el cocinero bilbaíno de los 300 millones de patrimonio que dejó al era Urrutia. Aunque sí de la 'provisión' de 76 que apartó la Junta para posibles futuras contingencias.
Aclarar las dudas iniciales con las que se presentó a los comicios y avanzar su ideas son los siguientes pasos que se le esperan a un candidato que puede capitalizar el voto del descontento. Que no era poco con la directiva de Urrutia, a pesar de los indiscutibles éxitos logrados.
De que sepa hacerlo y añadir contenidos a una oratoria indiscutible puede depender un éxito que en principio le niegan las 'primarias' de la validación de avales, en la que ha quedado por detrás del candidato continuista, Alberto Uribe-Echevarria, y que hasta ahora siempre adelantaron el nombre del ganador.
Aunque lo impredecible de su candidatura puede ser el contrapunto a la que ya se puede presumir lo que puede ofrecer por sus últimos siete años y medio de mandato.