Oscar de Marcos asumió este sábado que al Athletic, en especial en los derbis vascos como el de tienen que jugar el lunes ante el Alavés en el Mendizorroza, "todos los equipos le tienen ganas", pero cree que eso "tampoco es malo".
"Algo de pique siempre hay. Aquí se viven de manera diferente los derbis. Son más sanos. En general al Athletic todos los equipos le tienen ganas, pero eso tampoco es malo", apuntó el polivalente jugador alavés de cara a un choque ante el Alavés que considera "muy importante" ante la situación de su equipo, todavía en puestos de descenso a pesar del último triunfo frente el Girona en San Mamés.
"Tenemos que intentar imponernos, ir fuerte y sumar los tres puntos. Hemos conseguido ganar después de un tiempo sin hacerlos -trece jornadas seguidas-, pero seguimos en posiciones delicadas y tenemos que seguir ganando", recordó.
De Marcos, feliz por su renovación hasta 2021 hecha oficial el viernes, asumió lo complicada de la situación de un Athletic en el que perder la categoría por primera vez en su historia supondría "una mancha" para toda la vida.
"Es un peso desde que entras en el Athletic. Nunca en la historia el Athletic ha descendido y por ello todo jugador sabe que podría quedar marcado. Eso lo llevan todos los jugadores encima, nosotros lo sabemos y poder tener una mancha así ha hecho que durante este tiempo hace que haya esas dudas y esa ansiedad", reflexionó.
"Quizás no estamos acostumbrados a vivir estas situaciones y eso a veces pesa, pero también creo que en estos momentos cuando se tienen que ver a gente con personalidad y gente que dé un paso al frente. Llevar años en un club te exige una responsabilidad y tienes que aceptarla", añadió.
En ese sentido, se congratuló de haber "tenido en el vestuario referentes como (Carlos) Gurpegui, (Andoni) Iraola o (Aritz) Aduriz" de lo que ha "ido cogiendo cosas" que le sirven para sobrellevar y saber como acometer este tipo de situaciones.
De Marcos confesó que haber vivido "quizás el día más duro" desde que llegó al Athletic con la "destitución" del técnico Eduardo Berizzo. "No había vivido una destitución y fue muy duro lo de Eduardo porque le teníamos mucho aprecio tanto a él como a todo el cuerpo técnico", explicó.
"Habían hecho todo lo posible para que las cosas saliesen bien y hay cosas inexplicables. Nos dolió mucho porque nos sentíamos también responsables porque no habíamos sabido plasmar su estilo de juego en el campo. Eso fue lo que decantó la balanza porque tenía que haber un cambio", lamentó.
Ya sobre su situación personal, reconoció que su rival directo por un puesto en el lateral derecho, "(Ander) Capa hizo un partidazo" en el Girona y "pidió sitio" en el once titular.
"Estuvo muy bien y pidió sitio, pero yo estoy aquí para poner las cosas difíciles como he intentado siempre. Hay años que me he hecho con el puesto y otros que no lo he conseguido", apuntó.