¿Cómo se escribe "grito que libera rabia? ¿Cómo se escribe "resoplo Dios mío la que nos hemos quitado de encima"?... ¿Cómo se escribe "un equipo liberando endorfinas por los oídos"?... ¿Cómo se escribe "Al que a legendario portero se arrima, buen 'Txopo' le protege?...
- Mi grito, a la vez que de un brinco pasaba desde la cama al suelo de la habitación de la casa de los sueños, en la que me había hecho fuerte luego de disfrutar sufriendo de la primera mitad al calor del Bar de unos buenos amigos...
- Resoplo de Aitor Elizegi, que era consciente de que acababa de vivir ese primer momento que el 'todo final' del Athletic necesitaba.
- Iribar, que se había acercado a Vigo para proteger a los leones con su manto septuagenario.
¿Cómo se escribe "Athletic zu zara nagusia y es imposible que un equipo como tú baje a Segunda División así que se sucedan las centurias?"... No hay palabras para reflejar emociones tan intensas y profundas. Así que...
Regresen los sumerios con tablilla, cuña e ideogramas. Los egipcios, con papiro, piedras y jeroglíficos. Vuelvan del pasado todas aquellas civilizaciones que dominaban el lenguaje directo y ayúdenme a redactar esta contracrónica que se me plantea a las tantas de la madrugada. Porque con el abecedario que se derivó del alfabeto fenicio no me apaño.
Rabia. Resoplo. Árbol. Leones que, aún heridos, salen de caza y terminan cobrándose la pieza que habría de servirnos a tod@s de cena.
Lo que sí es capaz de soportar este papel digital al que vuela la escritura en lo oscuro de la noche es una primera parte excelente de la escuadra de Gaizka Garitano.
Un partido intenso entre dos equipos de verdad. Sobre una superficie que, aunque verde color yerba, parecía una pista de hielo por la que se desplazaban los jugadores. Regada a mansalva. La pelota, cual pastilla, viajaba vertiginosa a flor de piel. Los apellidos de los jugadores celtiñas, su sabor centroeuropeo, ponían lo suyo para que el Athletic se tuviera que amoldar a las maneras del jockey.
Los de Cardoso, como rayos, así en lo individual de sus cuerpos como en lo colectivo del manejo de la pelota. Los de Garitano, bien aleccionados en el periodo navideño, y alertados desde 'lo alto' por ese "¡Ahí te quiero ver, Athletic!", no se escondieron.
Ni se metieron en la cueva. Se apropiaron del balón, y, con mucho mimo, se dijeron, Esta es la mía, esta es la nuestra, esta es la vuestra, va por vosotr@s, ¡Bienaventurados los que sufrís persecución en lo bajo de la tabla porque de vosotros será el reino de Balaidos!... Y como goles son amores.
Llegue el primer 'bacalao' del partido fruto de una de las obras de arte más bellas que uno ha podido ver como espectador en un terreno de juego. Pasó todo delante de mis ojos como lo más hermoso pasa en el momento decisivo de la transición entre dos mundos. Más que ver, sentí. Y fui tan feliz cuando...
Uno, dos, tres toques en zona conflictiva para reaparecer bajo la luz que se reflejaba en la banda. Banda derecha de la defensa del Athletic. Allí donde se había acostado De Marcos para dormir y soñar que le asistía en largo y de lujo a un agujero negro que se tragó el balón para, luego de viajar a velocidades inconcebibles para sus rivales, trazar en el firmamento una 'ele' invertida que terminó 'vomitando' un balón del que Muniain se desprendió porque la que tenía hambre de gol era la portería contraria, y no él, tan 'servicial' 'el de la Txantrea' como el que Asís Martín dio en llamar su 'broder Williams'. 0-1. El Athletic, por delante. Así como triunfante el plan que había diseñado Gaizka Garitano.
La victoria parcial era de mérito. Los leones se estaban midiendo a un equipo que les exigía en todos los frentes de batalla. Y en todos ellos salían vencedores. Luego de generar mucho a través de un trato sosegado del balón y de una manera de defender impropia de una escuadra a la que se la metían doblada, y por todos los lados, hasta que un bien intencionado 'Toto' Berizzo abandonara su cargo por inanición.
Hubo precisión. Y hasta muchos minutos de calma para que el juego del Celta no provocara tempestades. No era fácil. Pero el equipo transmitía ese 'algo' contagioso que hacía que dentro de mi 'subiera una gabarra' gritando: ¡Es imposible que el Athletic baje a Segunda División! Un pelotazo al poste tuvo que asumir la portería que defendía Herrerín. Hasta que...
Córner en el momento más inoportuno. Cuando el león ansía en el banco corrido del vestuario el descanso del guerrero. Algo temía. Y sucedió. Y que no me venga nadie nombrando a la mala suerte. Ni al despiste. Ni a un desajuste defensivo.
¿Por qué no ordenó colocar un defensa en el palo largo?... ¿Por qué poblar el primero de cabezas... y dejar desierto el segundo de ese jugador bajito que desde que el fútbol es fútbol los 'entrenadores del barro' situaban en el largo, ese del que nadie parte pero al que todo atacante llega si le fue dicho que sobre su base nadie haría 'guardia'?...
¡Gaizka: Bat al zatoz nik idatzi berri dudanarekin!... Baiezkoan nago. Beraz, Ea hurrengoan ez dugun hutsik egiten...y no tendremos que andar en la segunda parte la mitad de un camino por haberlo transitado con pulcritud en el primer acto...
Herrerin. Fusil contra fusil. Y de tu cañón, una bala. De oro, de plata, de bronce. Lo cierto es que, perfectamente dirigida, Williams la hizo suya. "Machete entre la zafra; bala feroz al centro del combate". "Hasta la victoria siempre". ¡Y luego dicen que Iñaki no la sabe meter! Y ya van cinco, Sí, pero en San Mames no acierta: "El que prefiera un gol de Williams en San Mames en vez de diez lejos de la Catedral... que tire la primera piedra"... ¡Eh, Eh... ¿A dónde vais, fariseos?!
De haber tenido más aplomo, el Athletic habría dispuesto de más 'plomo' para bombardear la portería de Rubén hasta convertir en ceniza sus redes. Se robaban balones. Se perdían. Pero más por mala elección a la hora de la conducción y el pase que por ausencia de calidad y talento. Se debían haber buscado las bandas hasta alcanzar el más recóndito rincón donde acunar hasta el sueño la pelota. Y hasta digno de elogio habría sido terminar jugando a las cuatro esquinas.
Con De Marcos al ataque, ya en banda o de media punta, el Athletic recuperaba la mejor versión del actor o 'Gudari' con el que Marcelo Bielsa se exhibiera en el 'Teatro de los Sueños'. Con Cordoba en la banda izquierda, y Williams de 'nueve' cuando se trata de ir a 'robar a domicilio', el Athletic se estira y se ensancha. Surgen los espacios. 'Grandes Espacios'...
Algo que agradará de manera especial al amigo Ricardo Hernani. Y él sabe muy bien por qué: ¡un pico muy especial me tiene prometido cuando este Athletic 'descomunal' {a mi juicio: podría ser que de alegría lo hubiera perdido, el juicio, al final de la 'partida'}, que me ha hecho gritar en soledad, y resoplar al presidente en lo público del palco de Balaidos, termine sus 'deberes' y pueda bajar a la 'calle' para jugar al 'escondite' con sus amigos... o apuntarse a esa ascensión que me tiene prometida el vicepresidente de la Federación Vizcaína de Montaña.
¿Cómo se escribe "grito que libera rabia"... "resoplo de presidente... Dios mío la que nos hemos quitado de encima"?
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista