Una victoria a todo tren

San Mamés volvió a ser este domingo un templo de comunión Athletic-afición. La 'Catedral' revivió el ambiente de las gradas tardes, vibró, animó y cantó hasta la extenuación y el delirio con los dos goles -por fin en casa- de Iñaki Williams ante el Sevilla. Las 41.342 almas que se dieron cita en el estadio rojiblanco estaban en una nube y la fiesta continuó tras la salida.

Como ya ocurriera en la estación de metro de San Mamés tras el triunfo ante el Girona, la celebración espontanea se apoderó de la estación de Renfe Cercanías, situada  en el intercambiador de San Mamés.

Los numerosos aficionados que aguardaban en los andenes festejaron la victoria, cantando a pleno pulmón el himno del Athletic.

Sin duda, el Athletic Club es el termómetro que mide el estado de ánimo de toda una ciudad.