El expresidente del Athletic Club, Fernando Lamikiz, tuvo que lidiar con una de las situaciones más complicadas del club en su centenario historia. Tomó el releveo de Ugartetxe en junio de 2003. Las camisetas de Urzay, la no renovación de Ezquerro o Valverde, el traspaso de Asier del Horno o el controvertido fichaje de Iban Zubiarre marcaron su mandato. El conocido como Bienio Negro que le llevó a presentar su dimisión el 27 de septiembre de 2006, siendo sustituido por su vicepresidenta Ana Urquijo. "Cada partido era como una auténtico drama", recordó Lamikiz en los micrófonos de El Futbolín en Radio Popular. En aquella época reconoce que la decisión de la cual más se arrepiente fue cesa a Mendilibar y de la que más orgulloso se siente fue de fichar a Javi Martínez.
"Fue un fichaje muy difícil y al final tuvimos que fichar también al hermano para conseguir traer a Javi. Al hermano le acabamos cediendo al Sestao", explicó Lamikiz.
"Tomé la decisión de dimitir como presidente porque yo creo que era lo mejor para el Athletic, ya que estaba todo muy crispado, estaba la presión focalizada a mi persona y consideré que lo más oportuno era dar un paso atrás y que mi persona no causase ningún tipo de crispación".
“Confluyeron muchos factores a la hora de destituir a Javier Clemente. Y al final hubo que tomar una decisión que probablemente fue una decisión equivocada. Hoy día probablemente no hubiese tomado la decisión de destituir a Javier Clemente como míster. Es un grandísimo entrenador y que entiende al Athletic como muy poca gente, la historia del Athletic no se podría escribir sin él”.
“Cuando se habla del bienio negro del Athletic en mi etapa como presidente me hace mucha gracia, porque yo estuve solamente uno de esos dos años. Aunque la gente es libre para hacer lo que considere oportuno y evidentemente yo no voy a esconder los resultados deportivos de aquella temporada, lo pasamos muy mal y yo el primero. Por eso yo no voy a criticar a nadie por decir que fue una etapa malísima".
“Si alguien conoce de primera mano la historia de Zubiaurre soy yo, y soy el que más la ha sufrido. El Athletic está en la obligación de fichar a todos los jugadores que destacan en Euskadi, él era un jugador que destacaba. Desde Lezama se considero en Marzo la primera opción de ficharle y en Junio se toma la decisión de ficharle. Pregunté si estaba solucionado todo el tema con la Real y me dijeron que sí y entonces dije adelante si lo consideráis vosotros. Yo estoy seguro que si ese jugador decide firmar con otro equipo no hubiese habido ningún problema con la Real ni con nadie pero resultó ser el Athletic”.
“Yo soy el máximo culpable del fichaje de Iban Zubiaurre porque era el presidente, lo que nadie me va a buscar es diciendo otros culpables, el presidente del Athletic en ese momento era yo y el que tenía que asumir la responsabilidad era yo. Consecuentemente el culpable soy yo"