Es Noticia

Undiano Mallenco: mando en 'Plaza'

El navarro Undiano Mallenco amonesta a Beñat en Villarreal (Foto: LaLiga).
Kuitxi

Tiembla el Athletic cuando en su camino se cruza Undiano Mallenco. Árbitro navarro. Navarro como Carlos Gurpegi y Pablo Orbaiz. El primero se retiró en San Mames hace bien poco. Y en el DESMARQUE BIZKAIA se le homenajeó con un..."Cuando te incluya entre mis monumentos". El segundo, hace casi una década. El del gol desde el centro del campo. En el Santiago Bernabéu. La pelota supero la línea de gol casi un metro. No se cobró el tanto. No había VAR. Vale. Pero sí que, de vez en cuando, de cuando en vez, el navarro Alberto se cruzaba en el camino de los leones. Y temblaba el Athletic. Desde el presidente hasta el utillero.

Gurpegi decía de él que desde las categorías inferiores Undiano Mallenco mostraba hacia su persona una fijación enfermiza. Orbaiz, antes de un partido a domicilio allá por 2009, mostró su temor antes de que su 'buen amigo navarro' impartiera justicia. El Athletic le recortó al Real Madrid. Los merengues, temblando. Fue entonces cuando Undiano entró en escena forzando a que el cronista titulara para la 'Popu': "Alberto endereza la profecía". El temor bien fundado de su 'amigo Pablo Orbaiz'. Meritorio de todo. Sospechoso de nada el excelente medio centro que tanto poso le daba al equipo en la medular de la Catedral...

Luis García Plaza, técnico del Villarreal que suplió a Calleja para sacar al 'submarino amarillo' del fondo cenagoso de su mar, declaraba entre semana que "nuestro juego es excelente de área a área: dentro de ellas nos perdemos".

Era en la radio. Era de noche: "En los equipos que he entrenado, con la tercera parte de los méritos que en el Villarreal acumulamos, le sacaba al juego el triple de rendimiento: ¡el fútbol es injusto con nosotros!...La del domingo ante el Athletic será una final en toda regla. Con nuestra gente sacaremos el partido adelante y el equipo irá subiendo como la espuma".

Undiano y el VAR intepretaron fuera de juego en esta acción.

Fue ver las primeras secuencias del encuentro y entender por qué 'los de la Cerámica' se están hundiendo en lodo. O en arenas movedizas. Sin fútbol al que recurrir, los de García Plaza necesitaban de manera imperiosa agarrarse a algo a fin de mantener su cabeza asomada y poder así seguir respirando. Aire. Oxígeno. Demasiado. Hiperventilación. La cabeza, como si inundada de gaseosa. Hasta verse anulado su lado humano. Sin conciencia. Sin discernimiento a la hora de escoger entre el bien y el mal. El 'once groguet' se condensó hasta la unidad. Tan terrible como temible. Cuerpo de submarino. Cabeza de toro. Oficiar de 'Minotauro'. Convertir la 'Cerámica' en un 'Laberinto' en el que poder dar buena cuenta del noble León.

¿POR QUÉ EMPATÓ EL VILLARREAL?

Se podría recurrir a la ilegalidad de su gol. O a ese otro que Iñaki Williams marcó y el tiempo, el implacable, el que pasó desde que la 'Pantera' convirtió en 'bacalao' el tentador pase de la muerte de Yuri Berchiche hasta la negación por parte...¿por parte de quién?...y el motivo...¿cuál fue?
¡Me espanta el VAR! "Sólo a su goce ruin y medro atento...y no al concierto universal" de una manera de entender el fútbol más humana!.

No. El Villarreal no empató por el VAR. De la miserias de su fútbol ni hablamos. ¿Entonces?...¿Cómo pudo ser que un equipo huérfano del nivel más nimio que se le exige a este juego nacido para el talento se fuera a la caseta con un punto que añadir a los 17 que tenía?...Como Luis García Plaza no lo dirá, porque lo que se cuece en el vestuario de la caseta no sale, el Villarreal fue capaz de empatarle al Athletic porque...

Ekambi encara a Dani garcía en La Cerámica (Foto; LaLiga).

¿Estopa?...¿Leño?... ¿Jarabe de Palo?...Con la música, a otra parte. Seamos claros. Llamemos a las cosas por su nombre y señalemos a los que se burlaron de la noble deportividad. Y al inductor de tanto desajuste en el intelecto de un grupo de futbolistas. Los que vestían de amarillo.

Patadas. Codazos. Se busca el tobillo. Las costillas. El cuello. La cara. Se podrían dar nombres. Pero no alcanzar la totalidad del grupo acarrearía injusticia. Al bulto. Ciegos. O cegados. La vista del Minotauro no distingue al ser. Es el instinto. De supervivencia. Los leones son inocentes. Nada malo hicieron para merecer tamaño ensañamiento. Hagamos un esfuerzo por entender esta situación. Victoria o muerte. El empate no se desprecia. Campa a sus anchas el que golpea de manera tan inhumana. E incluso se enfurece. Como si el 'arte de voltear muñecos' en todo espacio y en todo tiempo conllevara un daño incapaz de disimular. Clama al cielo que la víctima reciba castigo, y premio, el verdugo.

Hay un árbitro, empero. Un juez. Ese llamado trencilla que todo lo ve...pero que se muestra impotente a la hora de evitar este castigo flagrante que amenaza con terminar en escabechina.

Se le dio permiso de entrada al laberinto donde se libraba lucha tan desigual. De haber impartido justicia, el Villarreal se habría descabezado...

O tal vez no. Porque a la Justicia se la pinta ciega, sorda y muda. No ve. No oye. No habla. Se le designa con 'tacto' y él va. Se viste y oficia. Cumple a su parecer y regresa a su casa. A reunirse con los suyos. Y ya en el hogar, se transforma. Es otro. Un hombre más. De oficio, deportista. Alberto Undiano Mallenco.

De su proceder sabe Gurpegi. Y Orbaiz. Capitanes en su día de los leones. Cada vez que el árbitro navarro se cruza en el camino del Athletic, tiembla la afición. Y los jugadores. Se sabe que algo anormal sucederá. Pero se desconoce su alcance. A uno le da la impresión de que este hombre no tuvo inicio ni tendrá final. Que empezó a arbitrar hace cien años y pasaran cien años antes de mañana. Undiano, inmortal. Mallenco, como el mito. Pronto cumplirá 46 y colgará el...¿qué colgara Alberto en el perchero del armario de la sala de estar de su casa?

Los leones del Athletic celebran el gol anotado en Villarreal (Foto: LaLiga).

Trofeos. Insignias. Medallas. Copas. El reconocimiento sincero del mundo del arbitraje. ¡Un merecido homenaje! Undiano Mallenco le debe mucho al fútbol. Poco, en cambio, el fútbol a él...¡el fútbol del Athletic!...El de este Athletic que ha sido 'vapuleado' por el Villarreal. Un equipo que debería haber perdido varios efectivos por la violencia de su proceder. Ha terminado con once. Ante la mirada de cordero degollado de Alberto. De Undiano. De Mallenco. Cuando le llegue la hora y su futuro se bifurque, en una senda se encontrará con Pablo Orbaiz. En la otra, con Carlos Gurpegi. Dos 'amigos navarros' a los que tuvo la {mala} suerte de arbitrar: ¿Por qué, Alberto, por que?...¡Para que preguntar...cuando la respuesta no se espera!

¿POR QUÉ NO GANO EL ATHLETIC?

¡Aparten de mí ese 'VAR'...y el juego violento del oponente del Athletic!

El Athletic no le derrotó al Villarreal porque, cuando más erráticos se mostraban los de García Plaza, cuando más vulnerables, cuando el pecho de sus futbolistas, ya tan cargado y deshecho, Gaizka Garitano, creyendo que el 0-1 era golpe suficiente para que el Villarreal se terminara cayendo de maduro, que su rival sería incapaz de marcar, no refrescó a tiempo el equipo. Para poder, así y de seguido, ir a degüello y 'rematar a la fiera'.

Por Luis María Pérez García, 'Kuitxi'. Periodista y exfutbolista

Escribir comentario 1 comentario
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. Cucal

    ‌se te va la pinza😂