El 8 de agosto, poco antes de Aste Nagusia, un amistoso de pretemporada del Athletic Club reencontrará al equipo rojiblanco con el Club Deportivo Mirandés. Y, por tanto, con el exleón Andoni Iraola. El de Usurbil es el nuevo técnico del equipo burgalés, que parece ha pasado a ser el segundo conjunto de muchos athleticzales.
Con grandes números, una trayectoria impecable, dentro y fuera de los terrenos de juego, siempre hizo gala de sencillez y modestia. Factores, amén de su buen rendimiento fuera de su posición natural, que le hacen ser el ojito derecho de buena parte de la afición.
Tanto es así que ante la pregunta, realizada en ElDesmarque Bizkaia, de si algún día les gustaría verle en el banquillo del primer equipo del Athletic Club la apuesta por el guipuzcoano ha sido casi masiva. Nada menos que el 88% le ven algún día en la banda de San Mamés.
Está claro que aún es muy pronto. Su bagaje es escaso. Juveniles y Chipre. Va a ser su debut en la competición española, con la forja de un equipo rocoso que pueda sobrevivir con poco presupuesto en la peligrosa Liga 1|2|3. Se mirará con lupa sus progresos y sus ademanes.
Pero, desde luego, está claro que Andoni Iraola está en las oraciones y en las quinielas de los athleticzales cara a futuro. A nada que las cosas le rueden medianamente bien su nombre estará apuntado en la agenda.
Nada garantiza que un buen futbolista sea un buen preparador, pero desde luego su cabeza sobre el verde, privilegiada, sí que barruntaba una persona inteligente que suplía sus carencias físicas con la toma de decisiones razonables.