Desde su llegada al banquillo del Athletic Club, Gaizka Garitano ha demostrado su preferencia por el músculo en lugar de la calidad. Sin embargo, en el primer amistoso de la pretemporada el deriotarra ha apostado por un once titular en el que juntaba a dos jugadores con mucha calidad en el centro del campo: Unai López e Iker Muniain.
A lo largo del pasado curso, casi siempre juntaba en la medular a futbolistas de un perfil similar. Dani García, San José y Raúl García siempre estaban presentes en la zona ancha para ofrecer un despliegue físico que otros como Muniain o Beñat sufrían más para realizar.
En Fadura situó a Vesga como pivote, dejando libertad a Unai López para aparecer y ofrecerse por todo el campo. Algo similar ocurrió con Muniain, quien bajaba desde la posición de mediapunta a la de interior para dar una salida a sus compañeros.
El equipo comenzó bien el encuentro, mandando con el balón e inquietando a la defensa del Arenas. Con el paso de los minutos fue bajando el ritmo, algo normal en el primer amistoso de la pretemporada si tenemos en cuenta que los jugadores venían de 16 días de duro trabajo físico en Lezama.
En la segunda mitad también apostó por gente de talento, dando entrada a Iñigo Vicente y Sancet. Puede que Garitano esté dando las primeras pistas sobre lo que pretende en su primera campaña como entrenador del Athletic desde el inicio.