El tema de una grada de animación potente en San Mamés, es una de las promesas electorales de la junta directiva de Aitor Elizegi. Es algo que se han tomado muy en serio desde el primer momento, factor que tal vez otros agentes del proceso no terminaron de ver desde la distancia.
El Athletic Club considera muy importante que el nuevo campo recupere el gran ambiente del viejo San Mamés. Para ello ven necesario impulsar un fondo realmente caliente. Con entrada masiva de juventud, que empuje al equipo en los partidos y al resto de las gradas a animar a los jugadores.
Está claro que, hace seis años, con el traslado de un campo a otro, por motivos aún por conocer, se perdió una gran oportunidad. Se arrinconó en una esquina al sector más animoso de la hinchada rojiblanca, limitando mucho su eficacia. Se ha querido poner parches como la entrada de bombos, banderas o la txalaparta pero cuando uno contempla otros campos de LaLiga Santander se da cuenta de la diferencia entre unas y otras gradas.
Basta con ver el rendimiento de la grada 'Aitor Zabaleta' el pasado sábado en el encuentro entre la Real Sociedad y el Atlético de Madrid. Miles de personas. 90 minutos de continuo apoyo, de continuos cánticos que contagiaban en muchas ocasiones al resto de los asistentes al remozado estadio de los donostiarras.
En Bilbao no se quiere dejar pasar la oportunidad de arreglar el entuerto. Ahora bien, dando por hecho que la grada de animación potente es buena, porque da puntos al Athletic, lo cierto es que la papeleta encontrada no es fácil. Conlleva un coste social en forma de enfado de las personas que no se quieren mover o que pueden ser perjudicadas con ese cambio.
Preguntamos a los lectores de ElDesmarque Bizkaia cómo lo ven. ¿El fin justifica los medios? ¿Hay que sacrificarse por el bien común? ¿Se debe compensar adecuadamente al que pueda perder algo con ese cambio?
Lo peor que hizo Urrutia fue arrinconar la grada de animación, se está a tiempo de solucionarlo,los afectados tienen que ser solidarios co el Athletic.