¡Qué bien saben los derbis!

Llegaba el segundo derbi de la temporafa a San Mamés y con él, una nueva victoria. El Athletic Club se ha impuesto con autoridad al Deportivo Alavés con goles de Raul García, de penalti, y de Iker Muniain. Son ya 17 los partidos consecutivos los que suma Gaizka Garitano, desde que llegó al banquillo rojiblanco sin perder en la Catedral, una racha que está a punto de cumplir un año si dentro de siete días los rojiblancos hacen los deberes ante el Valencia. Menuda racha, menudo fortín.

Regalo para Ibai, makila para Toquero

Gaizka Garitano, que ha convertido su alineación titular en un once que se recita de carrerilla apostaba hoy por un único cambio. Solventada de manera favorable la duda de Yuri Berchiche, repuesto de sus molestias físicas, Ibai Gómez se convertía en la gran sorpresa de inicio. Todo un regalo para el de Santutxu que estrenaba titularidad ante el equipo en el que jugó durante dos temporadas y media a un gran nivel y del que conserva, además de grandes recuerdos, buenos amigos.

Otro exjugador que ha vestido las dos camisetas era homenajeado en los prolegómenos del encuentro, Gaizka Toquero. El Athletic Club rindió un cálido y merecido tributo a su 'Lehendakari', un jugador cuyo trabajo incansable, pundonor y compromiso le hicieron ser querido y respetado por San Mamés, donde lo dio todo a lo largo de siete temporadas y 207 partidos.

También partido especial para Sendoa Aguirre, actual delegado del primer equipo rojiblanco, que ejerció esta función durante cuatro años en el Alavés, donde había colgado las botas como jugador.

Tras los reencuentros, tocaba ponerse manos a la obra sobre el césped. El Alavés dejó hacer al Athletic Club en los primeros compases. Nada que no se saliese del guión previsto entre un visitante que se cierra muy bien en defensa y que esperaba replegado con cinco efectivos a un conjunto local que atacaba con balones altos y rechaces.

Unai Simón era un convidado de piedra. Su homólogo, Pacheco, tuvo algo más de faena, obligado a echar el cuerpo a tierra para blocar un centro de Williams en el minuto 2. La velocidad del '9', beneficiada por la rapidez del campo, bautizado por el sirimirir que había caído al inicio del choque, era la gran ocupación y preocupación de los babazorros. Ely, de hecho, se llevaba la primera cartulina amarilla de la tarde al tener que frenar al delantero rojiblanco.

También Raúl García hacía de las suyas, probando primero fortuna desde la media distancia, y luego con un inesperado disparo que le salió defectuoso al mediapunta navarro.

Otra ración de VAR

Tuvieron que pasar 33 minutos para ver la primera aproximación del Alavés a la portería de Unai Simón, sin problema para el meta rojiblanco. En esas estábamos, tras una media hora anodina, cuando saltaba la polémica en San Mamés. Se colaba Ibai por la izquierda para ponerla al centro del área, donde Iñaki Williams encaraba en boca de gol. Duarte desestabilizaba con el pie al delantero, que fallaba un gol cantado y reclamaba inmediatamente penalti.

El VAR analizaba la jugada. ¡La de minutos de 'intríngulis' que nos está haciendo pasar esta temporada el videoarbitraje!. Y finalmente Gil Manzano decretaba la pena máxima y sacaba a Duarte la tercera cartulina el partido, todas para el Alavés.

Raúl García, que se quedó con las ganas de lanzar el penalti en Mallorca que erró Aduriz, no fallaba en su misión y superaba a Pacheco, que adivinaba la trayectoria pero no lograba detener el disparo.

Si no existiera Raúl García, habría que inventarle. El navarro lleva 9 goles en 11 lanzamientos desde el punto fatídico con el Athletic, más un gol en el rechace. Y esta temporada ya suma tres bakalaos que le ensalzan como pichichi del equipo.

Sin cambios en la segunda parte, salvo por el intercambio de bandas entre Ibai y Muniain. Entre el de Santutxu y el de la Txantrea fabricaban el que pudo ser el segundo tanto del Athletic, que optó por dejar la posesión del balón al Alavés, que comenzó a tener mayor presencia en ataque, escaso, pero toda una novedad tras un primer tiempo sin protagonismo.

Gaizka Garitano movía el banquillo y daba entrada a Beñat por un Unai López que había cuajado uno de sus mejores partidos y recibía la ovación de la grada en reconocimiento a su inmenso trabajo en el centro del campo.

¡Qué hiciste, Muni!

San Mamés pasó del aplauso a la más absoluta incredulidad ante la que fallaba Iker Muniain en el minuto 65. En la más absoluta soledad, soledad, el navarro recibía en el segundo palo, controlaba el balón pero la volea se le iba inexplicablemente fuera. la Catedral no se lo creía, el capitán menos aún.

Enrabietado por su fallo, Muniain se tomaba cumplida revancha de su error, y de paso, del balón que poco después estrellaba su 'broder' Williams en el larguero, entrando con todo dentro de la portería de Pacheco para rematar un rechace previo a una buena volea de Ibai tras un jugadón de Williams.

El portero alavesista quedaba tendido en el suelo ante el arrebato de Iker y Gil Manzano dudó unos instantes sin dar validez o no al gol, ante una posible falta sobre él, pero finalmente el 2-0 subía al marcador.

El despliegue físico se hacía notar en los jugadores del Athletic y Gaizka Garitano hacía sus dos últimos cambios, relevando a Muniain, exhausto, y Williams, que dejaban paso a Lekue y Aduriz. Con todo bajo control, sin visos de que el Alavés diese la vuelta al marcado, sólo restaba esperar al pitido final para celebrar una nueva victoria en un derbi. Unai Simón, que vivió uno de sus partidos más aburridos desde que defiende la portería rojiblanca se llevaba la última amarilla del partido por perder tiempo y por fin, San Mamés podía cantar y celebrar el trounfo

Ahora toca descara y recobrar fuerzas. El miércoles toca viaje a Leganés donde espera un conjunto pepinero que va adquiriendo cara de enfermo.. Pero nunca hay que fiarse.

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