El triunfo de la última jornada ante el Alavés en San Mamés dio al Athletic Club un liderato en LaLiga Santander que a estas alturas no gozaba desde hacía 26 años, desde el quinto partido de la temporada 1993-1994, el segundo curso de los dos de la primera era Heynckes, el técnico alemán que tan buen recuerdo dejó en Bilbao.
Fue esa la última vez en la que el conjunto rojiblanco se sintió líder de verdad, ya que posteriormente, gozó de una primera plaza casi anecdótica en la primera jornada de la campaña 2005-2006 tras ganar por 3-0 a la Real Sociedad en Bilbao.
En esta ocasión, a pesar de llevarse solo cinco jornadas, el liderato dista de ser una casualidad y responde a la entereza y fortaleza de un equipo con las cosas muy claras y una disposición a prueba de bomba desde que el año pasado Gaizka Garitano lo recogió descolgado en puestos de descenso y lo enfiló rumbo a una Europa que se escapó en el último segundo.
Y en esa línea continúa con unas fortalezas más que reconocibles. De ellas destacamos cinco.
1. SAN MAMÉS, UN FORTÍN
En casa hay que ser fuertes. Máxima de Gaizka, que cimenta su excelente trayectoria con un comportamiento irreprochable ante su público, frente al que lleva casi un año sin perder en Liga. Lo cumplirá el próximo 5 de octubre, desde que la Real Sociedad se impusiese en San Mamés, todavía con Eduardo Berizzo como entrenador.
Lo alcanzará si no cae ante el Valencia el sábado, día 28, ya que no volverá a comparecer en su campo hasta el 20 de octubre. En medio, 17 partidos con 11 victorias y 6 empates. Con Garitano 11 triunfos, entre ellos los 3 de esta temporada, y solo 4 empates en 15 encuentros. 37 puntos de 45 posibles. Un marcón.
2. FORTALEZA DEFENSIVA
La primera preocupación del técnico de Derio es armar el equipo para evitar no ya recibir goles, sino incluso ocasiones de gol. Y su equipo responde a la perfección. Hasta el punto de, con solo un gol recibido, ser el menos goleado en lo que va de curso en las cinco grandes ligas europeas junto con el Inter de Milán. Si bien el conjunto italiano lleva un partido menos jugado, cuatro.
Presión, intensidad, enorme solidaridad y una perfecta ocupación de los espacios explican que al Athletic apenas le hagan peligro. En ese escenario, una figura clave: Raúl García. Aún de media punta, la defensa y la presión del Athletic nacen en el navarro, que amarga una tarde sí y otra también a medio centro y centrales rivales.
3. IDEAS MUY CLARAS
Desde el principio, Garitano dejó claro su librillo en lo táctico. Un claro 1-4-2-3-1 con cinco parejas definidas y todos juntos, muy juntos, para cerrar espacios por todos los sitios del campo. Una pareja de centrales definida (Yeray-Iñigo), doble pivote (Dani García y otro), bandas poderosas y profundas (Capa y Yuri en los laterales) y dos delanteros (Raúl y arriba Aduriz).
Y con el paso del tiempo va solucionando problemas. Así, da cariño al internacional Núñez, suplente; encuentra un sitio en la banda para Muniain, figura clave en el resurgir del equipo el año pasado; coloca a Williams de punta ante la edad y el desgaste de Aduriz; y apuesta este año por Unai López para que explote como se esperaba llevando la manija del equipo. No tiene decididas del todo las bandas, lo que da opciones a Ibai y hasta al joven Larrazabal.
4. EL GOL PARA LOS GOLEADORES (APARECEN LOS BUENOS)
No marca muchos goles el Athletic de Garitano. Pero tampoco pocos. Y además los hacen sus figuras, que siempre tranquiliza en una plantilla. Este año, tres Raúl, uno de penalti, uno Aduriz, uno Williams y el último Muniain. Los mejores. Con la ayuda de Capa, revelación de la temporada y entre los máximos asistentes del campeonato con tres pases de gol, las estrellas rojiblancas hacen su trabajo y llevan a su equipo, por el momento, en volandas.
5. EL MOMENTO DE RAÚL
El trabajo del Athletic es fundamentalmente coral. En la línea de su larga y afamada historia. Pero en este arranque quizás haya un jugador por encima de los demás: Raúl García. Cada jornada, un partidazo del navarro. En el mejor momento desde que llegó a Bilbao. Físicamente pletórico y una roca en la presión, tapa como nunca sus carencias en la generación de juego. No es veloz ni habilidoso, pero a partir de él se impulsa el Athletic. En 5 jornadas al liderato.