Los parones dan para estrujarse mucho la cabeza. También para elaborar múltiples teorías, algunas con más base científica que otras, que a golpe de tuit arreglarían todos los problemas en dos minutos. Es la vida moderna de las RRSS, que no permanece ajena al fútbol. Ahora lo que chirría en Bilbao es la falta de gol. Que, especialmente lejos de San Mamés, está siendo uno de los hándicaps del Athletic Club de Gaizka Garitano en esta temporada 2019/20.
El propio técnico derioztarra admitió tras la derrota en Vigo, como ya lo había hecho en otras ocasiones en lo que va de LaLiga Santander, que "somos un equipo al que le va a costar hacer goles". Lo cierto es que los fríos datos dan la razón al de Derio. Cuesta mucho marcar. En la pasada campaña también. No es para nada algo nuevo.
Y ahora viene lo del huevo o la gallina. ¿Es culpa de que los delanteros no tienen TNT en sus botas y cabezas? ¿Cuestión de que el centro del campo y las bandas generan pocos pases útiles y centros aprovechables? ¿Es una mezcla de ambas? ¿O está en el debe del técnico vizcaíno buscar otros caminos hacia el gol?
En lo que va de campaña, el equipo rojiblanco solo ha conseguido marcar dos tantos como visitante. Ambos en botas de Raúl García. El primero en Getafe y el otro en Butarque de penalti. Este registro es el más bajo de lo que va de siglo a estas alturas del campeonato, solo superior al de la temporada 2014-2015.
Este sequía no es sino una continuación del pobrísimo bagaje con el que se echó el cierre a la campaña anterior, en la que el Athletic solo logró marcar un gol, el que regaló el jugador del Leganés En-Nesyri, en las últimas cinco salidas. La suma de ambas series arroja un triste balance de tres goles en nueve partidos, un total de 810 minutos.
Es momento de que opinen y den sus claves los lectores de ElDesmarque Bizkaia...